Estoy acabando de pasar mi consuetudinaria quincena horribilis invernal. Son dos semanas salpicadas de malestar físico, irritación nasal, faringitis aguda y la sensación -tras a la postre ingerir antibióticos- de que el mundo se acaba y de que esto no tiene remedio.
Adivino que a la quincena se une el cansancio acumulado, la cancelación temporal de las sesiones de natación y un gen depresivo que aflora en cuanto bajo la guardia.
Pero la quincena acaba pasando, las vías respiratorias se limpian y vuelve a salir el sol.
(Siempre ha sido así hasta ahora. Que conste en el blog para releérmelo dentro de un año cuando indefectiblemente vuelva a pasar).
(Me consuelo escuchando las emisiones en lengua alemana de Inselradio de Mallorca y rememorando aquellas insuperables puestas de sol en Playa de Palma…)
https://www.inselradio.com/player/