Casi se lleva por delante a varios domadores en un improvisado vuelo
El espectáculo estaba servido pero ella puso, sin quererlo, la ‘guinda’.
Sucedió durante la representación del circo ruso en una capital cualquiera, cuando en un alarde de valentía -del que luego sin duda se arrepintió-, una espectadora se ofreció voluntaria para subir al camello y participar en uno de los numeritos.
Y vaya si lo dio. Desde el momento en que se montó y se rompió su pantalón por la parte trasera, hasta terminar por los suelos arrastrando a los propios domadores, todo fue un show.
Una tarde inolvidable para muchos.