Las imágenes grabadas se distribuyen en Internet y en DVD's y la suscripción para recibir el material amateur tiene un costo de 44 euros mensuales
‘Big Sister‘ es una casa de putas de lujo que ofrece servicio, sin costo, a sus clientes a cambio de ser grabados mientras sostienen relaciones sexuales con las ‘empleadas‘ del establecimiento.
El burdel está ubicado en el corazón de la ciudad de Praga y no sólo es muy famoso en la República Checa. Se ha convertido en lugar de ‘peregrinación‘ para viciosillos, salidos, curiosos, fornicadores y mangantes de todo el continente europeo e incluso de algunas otras partes del mundo, como China, Japón o América.
Este prostíbulo cuenta por más de 50 cuartos ambientados para incitar al sexo y cientos de cámaras instaladas estratégicamente en cada rincón del local erótico.
Para acceder a los servicios sexuales por la cara, los clientes deben desembolsar 10 euros y firmar un contrato en el cual ceden sus derechos de imagen a los administradores del burdel para ser grabados durante todo el acto sexual.
Cualquier hombre que acude a este lugar elige, por medio de una pantalla, a la dama con la que quiere estar para luego abandonar el establecimiento sin pagar, ya que las imágenes grabadas se distribuyen en internet – por medio de una suscripción de 44 euros mensuales – así como en DVD’s.
Recordemos que en la República Checa, la prostitución es un acto legal y, por lo tanto, se trata de un giro de negocios muy bien organizado.
El dinero recaudado con las ventas del material erótico es utilizado para pagar el sueldo a administradores y trabajadoras del burdel.
Además, el ‘Big Sister‘ abre sus puertas a parejas en busca de nuevas experiencias, a quienes se les paga cerca de 300 euros por participar en el experimento; también, se permite el acceso a mujeres y se puede disfrutar de una rica comida o de algunos tragos que se sirven en el restaurante y en el bar.