A don Facundo, maestro en Tórtola (Y a la propia Tórtola, con nombre tan bello que dicen que quizá me he inventado)

A don Facundo, maestro en Tórtola (Y a la propia Tórtola, con nombre tan bello que dicen que quizá me he inventado)

A DON FACUNDO, MAESTRO EN TÓRTOLA
(Y a la propia Tórtola de Henares, con un nombre tan bello, que acaban de decirme que si me lo he inventado)

Tórtola de Henares

Aprendiendo, cuerpo a cuerpo, indefensos,
en la escuela que rige don Facundo,
cómo la herencia es que nos deja el mundo,
llenando días de hambre y sed intensos

por saber más y más saberes densos
que llevaran a un tiempo más fecundo.
¿Qué fue de aquel tiempo moribundo
cuyos ecos llegan hasta aquí, extensos?

Llega hasta aquí aquel viento fugitivo
de los años de estudio tortoleños
que ahora recuerdo mientras escribo.

Vuelvo, el pasado al hombro, con los sueños
que aún restan en mí, que sobrevivo
tras los días alegres y risueños.

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Juan Pablo Mañueco

Nacido en Madrid en 1954. Licenciado en Filosofía y Letras, sección de Literatura Hispánica, por la Universidad Complutense de Madrid

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