NO VENGAS NUNCA, MUERTE DE MI VIDA.
No vengas nunca, muerte de mi vida.
Pues no te tengo afecto ni te quiero.
Quiero ser vital siempre yo un viajero
adentro de la vida de mi vida.
Con la mano en el corazón, prefiero
que no vengas nunca, muerte de mi vida,
pues no te quiero a mi persona asida
como un fatídico y cruento escudero.
No llegues nunca, muerte de mi vida,
que no eres de mi vida un buen lindero,
luego ni eres amada ni querida.
Luego ni he de quererte ni te quiero.
Luego no llegues, muerte de mi vida.
A no matar mi vida te requiero.
Juan Pablo Mañueco.