La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

…y sin embargo te quiero

Te quiero más
que a mis ojos.
Te quiero más
que a mi vida.
Más que el aire que respiro
y más que a la mare mía.

Que se me salten los pulsos
si te dejo de querer.
Que las campanas me doblen
si te falto alguna vez.

Eres mi vida y mi muerte.
Te lo juro compañero,
no debía de quererte,
no debía de quererte…
y sin embargo te quiero.

La copla por antonomasia, la que desgarró Concha Piquer y completó el Poeta, Joaquín Sabinaporque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada, un laberinto sin luz ni vino tinto, un velo de alquitrán en la mirada…– es la que marca el punto central de una fantástica obra de teatro que recibe el mismo nombre que la canción del pulso roto. Con el magistral texto de Miguel Murillo, dirigida sensiblemente por Antonio Corencia e interpretada con el alma en la mano por Alejandra Torray y Ángeles Martín, ‘…y sin embrago te quiero’ enmudeció anoche el Auditorio Montserrat Caballé, en Arganda del Rey.

Una sencilla chica, Ana, “la hija de Chito el lechero”, y la hija única de un terrateniente, la señorita Rosa, se encuentran en la infancia. Juntas, separadas teóricamente por su distinta condición social, crecen, sueñan y aman como dos verdaderas amigas. Nada puede separarlas… salvo las ideas. Poco a poco, sin que apenas se note, lo que antes era silencio hueco –la vida real, la situación del país–, se va abriendo paso y rompiendo la inocencia de dos niñas a las que las circunstancias les hacen crecer a golpes, hasta ser ya mujeres de gesto melancólico. Es así como las conversaciones de amoríos, deseos y frustraciones van dando paso a la Falange, las huelgas obreras, las revueltas, la quema de iglesias, la dialéctica de los puños y las pistolas… la Guerra Civil.

La vida, sin que ellas pudieran evitarlo, es la que las ha situado en bandos distintos. Sólo el amor puro, la amistad a borbotones, es la que puede lograr su abrazo cuarenta años después. Entre medias: muerte, desgarro, odios externos que a ellas querían separarlas… sin conseguirlo del todo.

‘… y sin embargo te quiero’, una valerosa apuesta teatral que propone al amor como el sentimiento que mueve el mundo, incluso en tiempos de guerras inciviles en que hermanos, padres, hijos, vecinos y amigos se matan por defender la veracidad de “su verdad”.

¿Amor? ¿Me hablas de amor? Sólo hay amor cuando a éste no lo puede matar el odio de una guerra civil.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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