La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Telecinco viola la dignidad de una persona con retraso mental

Ayer, con motivo de reivindicar la justa memoria histórica hacia Adolfo Suárez, escribía que España es muchas veces un país podrido, hipócrita y miserable. Hace un par de semanas escribí que Intereconomía vomitaba en las personas con síndrome de down y sida, criticando a Xavier Horcajo por su mofa de Carla Antonelli (incluida en las listas electorales del Partido Socialista en Madrid) por el simple hecho de ser transexual. Hoy, con gran tristeza, escribo que España es en muchísimas ocasiones una mierda de país. Y que ciertos periodistas y ciertos medios de comunicación son, sencillamente, un cáncer antisocial.

Hace unos días, el programa que Ana Rosa Quintana dirige en Telecinco consiguió una “exclusiva mundial”. En pleno juicio a Santiago del Valle, acusado de violar y asesinar a la menor Mari Luz Cortés, una reportera del espacio logró entrevistar en directo a la mujer del acusado, que, desdiciéndose de lo que había mantenido hasta ahora, reconoció que Santiago del Valle era culpable. Para quien no conozca el caso y lea este párrafo, pensará que tal “proeza” es, indudablemente, sensacional.

El problema es que la mujer de santiago del Valle, Isabel García, tiene un evidente retraso mental. El problema es que ella está visiblemente presionada por la periodista (llora, se marea y dice que, “por favor”, no quiere “más entrevistas”). El problema es que la periodista le miente (le asegura que no están grabando mientras, por detrás, pide al cámara que no pare de grabar). El problema es que, seguros de tener “la presa cazada”, le piden que cuelgue el móvil cuando, al parecer, la llaman otros periodistas; para, finalmente, colgarle el teléfono. El problema es que la reportera, el programa que dirige Ana Rosa Quintana, la productora y, en definitiva, Telecinco, violan la dignidad de una persona con retraso mental. La manipulan, la presiona, la engañan, la utilizan. La destrozan.

Para más vergüenza, le dicen que la van a llevar a un hotel. Cuando en realidad la llevan hasta una comisaría de policía, pues Isabel García ha de justificar por qué mintió en el juicio y si colaboró con su marido en la ocultación del delito. Pero todo esto es poco. Sobran las palabras. Basta con ver el video que El Mundo tiene colgado en su web y en el que se aprecia cómo todo esto ocurre en una pausa publicitaria de dicha entrevista. En medio de un parque, con esta mujer mareándose, llorando.

He sentido repugnancia. De ser periodista. De ser español. Ya todo da igual. Todo es un circo. Y el circo es visto por millones de personas. Millones de españoles enfangados de mierda podrida, hipócrita y miserable.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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