La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

El Jueves se ríe de una persona que lucha por vivir

Hay quien defiende que se puede hacer humor de cualquier cosa. Como hay antitaurinos que odian hasta tal punto a los toreros que desean su muerte. El Jueves, una revista satírica que está reverdeciendo sus “mejores” días insultando cada dos por tres (en lo personal) a la Monarquía Constitucional, reúne ambas premisas: de ahí que no les quede el menor reparo en mofarse de Ortega Cano, quien, desde hace más de una semana, tras un accidente de tráfico, se encuentra al borde de la muerte. Así, una viñeta de su último número recoge al torero (un torero lo es para siempre, aunque esté retirado) con un volante incrustado en su pecho, brotándole la sangre. A su lado, un toro, también ensangrentado, le dice: “¿Qué? ¡A qué jode, ¿eh?!”.

Muchos medios de este país han dado una cobertura injusta al accidente de Ortega Cano. Muchos, por no preguntarse apenas por la persona cuyo coche fue arrollado por el torero y que murió en el choque. ¿Es menos persona por ser menos conocido? Otros, justo por lo contrario; por fabular e “informar” sin pruebas: los propios médicos hubieron de aclarar que Ortega Cano no había bebido. Eso por no decir nada de los que han caído en el absoluto sensacionalismo macabro.

Todo es mucho más simple, más fácil. Una persona ha sufrido una desgracia tremenda. Un fallo propio ha acabado con la vida de otra persona, quedando la suya misma pendiente de un hilo. La situación es trágica. ¿Hay espacio para el humor? ¿Para la reivindicación, para la revancha? El Jueves puede ser todo lo antitaurino que quiera, pero regodearse en un drama personal no tiene justificación alguna.

No hace falta explicar que miles de personas creemos que la tauromaquia es arte, cultura. No hace falta explicar que, siendo cierto que el toro sufre y su vida es sacrificada, el torero es un ser humano. Pero es muy triste tener que explicar a algunos que, si bien hay (afortunadamente) una total libertad de expresión, quien se expone en un medio de comunicación ha de tener un mínimo de responsabilidad social, empatía humana y decencia moral.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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