La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

20-N sin Franco y con urnas

Me apena que muchos no valoren lo que se está viviendo hoy en España. Las urnas estarán abiertas desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde. Nos esperan años de fuertes dificultades en un contexto de crisis económica, social, política, ética e institucional a nivel mundial. Todo lo que pase a partir de mañana generará opiniones en todos los ciudadanos, las manifiesten o no (e incluso asimilen que las piensen o no). Sin embargo, los que no voten desperdiciarán su oportunidad para influir en lo que habrá de pasar.

Temo mucho, y así lo repito constantemente estos días, que lleguen días (y puede que no hayamos de ir muy lejos) en que España pierda soberanía. Todo lo que sea tener un Gobierno no elegido en las urnas no es, éticamente, democracia. En Italia y Grecia ha ocurrido esto. Se han seguido los cauces legales para instaurar gobiernos tecnócratas al dictado de lo impuesto más allá de sus fronteras. Habrá sido legalmente democrático, de acuerdo, pero no ha sido algo éticamente democrático. Y, lo peor, es que a nadie parece haberle importado.

Este déficit democrático me preocupa especialmente en España. El 15-M, las estadísticas del CIS y el run-run de la calle evidencian que la gente está cansada de los políticos. Que no se cree la democracia. Que ya no valora el recorrido de sangre y lágrimas que hemos debido de recorrer durante siglos en este país para alcanzar un sistema de libertades del que nunca hemos gozado hasta ahora. En esta situación, no me sorprendería nada que hubiera un mayoritario y pesado silencio (fruto del escepticismo, el mayor cáncer en un sistema político) ante una posible intervención que marcara nuestra auténtica capital en Berlín o Bruselas.

Si esto pasara, me pregunto: ¿cuántos españoles no lo verían mal o incluso se alegrarían? La opinión de que sería un alto porcentaje el que respondería a favor provoca la desazón que siento a escasas horas de que se cierren las urnas. ¿No nos damos cuenta de que sería un retroceso en nuestra soberanía nacional? No es tiempo de gobiernos de unidad o concentración. Tampoco lo es de tecnócratas que no hayan sido respaldados en las urnas.

No creo en ningún retroceso hacia modelos autoritarios. Y que nadie dude de que sería menos democrática (al menos, éticamente) una mano de hierro, ni de seda, que nos guiara en estos tiempos tan poco propensos para la lírica. Hoy hace 36 que murió Francisco Franco. Es difícil, pero hemos de tener en cuenta que, también ahora, hemos de sentir la responsabilidad (no digo ya la alegría) ante lo mucho que nos jugamos. Confiemos en el sistema, la democracia, y busquemos en ella a los políticos y partidos que propongan cosas a favor del bien común, que los hay.

Espantemos con nuestro voto cualquier fantasma de que, no ya un Generalísimo, sino un soldado raso vestido de corbata llegue a dictarnos las leyes.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

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Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

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