La Hora de la Verdad

Miguel Ángel Malavia

Estoy cansado de mí mismo

Estoy cansado, muy cansado. Cansado de mí mismo. Cansado de no saber cómo contentar a quienes me rodean. Cansado de tener que “hacer cosas” para contentar a quienes me rodean. Cansado de que las cosas que hago de corazón sean invisibles. Cansado de no saber por qué, de pronto, todo es tan complicado. Cansado de lo mal que lo debo de hacer cuando, a quienes más quiero, parecen estar decepcionados conmigo.

Estoy cansado de no pasar tanto tiempo como quisiera con mi familia y mis amigos. Y estoy cansado de no saber en qué se me va ese tiempo perdido, pues no lo “gasto” en lo que más me apasiona: escribir. Desde luego, tampoco lo empleo en dormir o descansar. ¿En qué se me va? Estoy cansado, muy cansado.

Estoy cansado de estar tan lejos de muchas de las cosas que antes defendía. En algunas sigo creyendo. En otras, no. Estoy cansado de tener que justificarme constantemente con los cambios. Estoy cansado de ir a la contra en lo que antes era viento a favor. Y estoy cansado de no sentir ningunas ganas de defender las ideas en las que aún sigo creyendo.

Estoy cansado de haber sentido una profunda decepción con muchos referentes públicos en los que antes creía a ciegas. Estoy cansado de conocer las miserias y mentiras de quienes dicen una cosa y son la contraria. Estoy cansado de ser yo a veces el mayor hipócrita de todos.

Estoy cansado de deambular por el desierto de la fe. Estoy cansado de la angustia, de cuestionarme constantemente. Estoy cansado de la invasión de la apatía en lo que antes era inquietud. Estoy cansado de “cumplir” sin ganas con lo que supuestamente predico. Estoy cansado de acordarme de un pasado de fuerza.

Estoy cansado de haber perdido la ilusión por lo que antes era afición apasionada, sin espacio para el raciocinio. Estoy cansado de haber perdido la voz en la grada.

Estoy cansado de mirar el reloj, sin más. Estoy cansado de haber perdido muchos referentes. Cada vez, son menos las cosas que realmente abrazo a ciegas, cuando antes era entrega generosa y absolutamente confiada, ingenua. Afortunadamente, los edificios se derrumban, las estructuras caen. Mueren las ideas, los sentimientos. Pero, quieran o no, siguen ahí las personas en verdad importantes.

Estoy cansado, muy cansado. Estoy cansado de mí mismo. Pero espero que esta crisis sea una oportunidad para la purificación, para poder llegar a ser mejor o simplemente un poco bueno.

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Miguel Ángel Malavia

Conquense-madrileño (1982), licenciado en Historia y en Periodismo, ejerce este último en la revista Vida Nueva. Ha escrito 'Retazos de Pasión', ¡Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno' y 'La fe de Miguel de Unamuno'.

Lo más leído