Tenía que ser así. Un año y un día después de la final de Copa en Valencia. Y, lo mejor de todo, con el mismo estilo que entonces: yendo a por el partido. Nada de encerrarse, sino siendo fieles al Madrid de toda la vida, que puede ganar o perder, pero nunca desde la cobardía. Ojalá ya sea así siempre: ganemos o perdamos, pero al ataque, creyendo en nosotros mismos.
¡Hala Madrid!
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA