Pongamos el caso: un vecino observa, año a año, durante medio siglo, cómo dos hermanos están enfrentados entre sí. ¿La causa? El mayor maltrata al menor, le impide expresarse y hasta salir de su casa. El menor, como único método de defensa, ejerce la protesta pacífica. Un buen día, el menor aparece muerto. Aparentemente, ha sido un accidente. Aunque todo el pueblo sospecha que no ha sido así. Cuestionado el vecino, que además es amigo del hermano mayor, solo acierta a decir, desde la absoluta frialdad: “Un muerto más”.
Ayer, en el entierro en La Habana de Oswaldo Payá, “un muerto más en la carretera», según Cayo Lara, el régimen castrista detuvo a decenas de personas por el simple delito de gritar “libertad”. En medio de la indignación, miro al vecino, también conocido por ser el coordinador general de IU, y le pregunto: “¿Tiene algo que decir sobre tan triste acontecimiento? ¿O ya, directamente, es que los compañeros del fallecido en un accidente de tráfico son agentes del Imperialismo, terroristas y enemigos del pueblo?».
Un último comentario: si algún día el señor Cayo Lara llega a alcalde del pueblo (de España), yo me voy de este país. Y no sé a dónde, pero desde luego no a la Cuba donde se atenaza a miles y miles de hermanos pequeños o ciudadanos no emancipados de una dictadura.
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA