Partiendo del axioma de que contar bien un chiste es un arte y que son pocos los que lo dominan, te damos aquí unas pautas por si te dejas llevar por las copas y decides ponerte en faena.
Si no tienes talento humorístico, no triunfarás, pero por lo menos te ahorras parte de bochorno:
- Encuentra el momento justo para contarlo, como por ejemplo cuando haya silencio.
- Nunca cuentes el chiste cuando estén hablando otras personas – ¡no interrumpas!
- Cuéntalo con ganas, no seas un ‘robot’.
- Haz gestos, expresiones con la cara, muévete y se flexible.
- No te pongas a explicar el sentido del chiste
LA EDAD Y EL MATRIMONIO
- La señora, ya muy frágil y viejecita, está con su anciano en la cama y de repente, se vuelve un poco y le dice:
– ¡Feliz año nuevo!
– Pero María, ¡estamos a 20 de agosto!
– ¡Feliz año nuevo!
– Por el amor de Dios, María, ¡estamos en verano!
Tras esto, la ‘viejecita’ se pone la dentadura y dice:
-¡¡Feliciano que me muero!!
LA MACIZA Y EL BANCO
- Entra la maciza en el banco y se va directa hacia el empleado que le parece más importante, sentado tras una d elas mesas:
-Hola, soy la Jessy.
– Y?
– Pues que quiero hacer una domiciliación.
– ¿Su número de cuenta?
– Aquí lo tiene.
– ¿Y el IBAN?
– Fuera, esperándome en la moto.