Ni en el ombligo ni en la lengua. La última tendencia ‘extrema’ en estilo se llaman ‘piercing corsés’ o al menos así lo asegura el diario británico ‘Daily Mail’ —Surgeon blasts new ‘corset piercing’ fad where pierced skin is pulled together with ribbons–.
Los anillos de metal que perforan la piel y se unen con una cinta están causando furor en Reino Unido. Con un precio de 339 euros, esta excéntrica decoración se suele aplicar en la espalda, las costillas y, en algunos casos, hasta en la garganta.
Los médicos alertan del procedimiento «absolutamente horrible» necesario para efectuar los piercings. «Los efectos pueden ser horrendos en la piel. No puedo creer que la gente se haga eso. Roza el masoquismo», explica al tabloide Kevin Hancock, miembro del consejo de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos.