Estados Unidos presiona, India mantiene su rumbo

Modi desafía a Trump: ¿Por qué el primer ministro indio se empeña en comprarle petróleo a Putin?

La administración Trump exige a India romper con el crudo ruso mientras Modi prioriza su seguridad energética y desafía la presión occidental

Putin, Modi y Trump
Putin, Modi y Trump. PD

La batalla por el petróleo ruso revela las grietas en el orden internacional.

Mientras Trump sube el tono y Modi resiste, el pulso entre intereses nacionales y presión global dibuja un futuro incierto para la diplomacia y la energía mundiales. La tensión en los mercados energéticos se ha convertido en un termómetro de las relaciones internacionales.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha lanzado un mensaje claro: quiere que India deje de comprar petróleo ruso, advirtiendo que esas importaciones sostienen la economía de guerra de Vladimir Putin.

Pero Narendra Modi, primer ministro indio, rechaza la exigencia y mantiene su apuesta por el crudo barato de Moscú, priorizando la seguridad energética de su país y sus intereses geopolíticos.

Esta confrontación no es solo un pulso comercial: refleja la compleja red de alianzas, sanciones y estrategias que definen la política internacional actual. En el centro, el negocio del gas y el petróleo ruso, que sobrevive —y prospera— pese a la ofensiva de sanciones occidentales.

Modi, el petróleo ruso y la presión de Washington

Desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, Estados Unidos y la Unión Europea han intentado asfixiar la economía de Putin recortando sus ingresos energéticos. Sin embargo, los efectos de las sanciones han tenido límites claros. El boicot europeo al petróleo ruso desplazó los flujos hacia Asia, con India y China como principales beneficiarios. Solo en el último año, India ha importado crudo ruso por valor de más de 133.000 millones de dólares, cifra récord que ha transformado su papel en el tablero energético mundial.

Trump busca cortar este canal. “India y China están financiando la guerra de Putin. Deben dejar de comprar petróleo ruso”, declaró el presidente en su última intervención. La estrategia de Washington es presionar a Nueva Delhi con amenazas de sanciones secundarias —es decir, penalizar a países terceros que sigan comerciando con Rusia— y aranceles adicionales a los productos refinados procedentes de crudo ruso.

Sin embargo, Modi no cede. India justifica su postura con tres argumentos clave:

  • El petróleo ruso llega con descuentos significativos respecto al Brent, el referente internacional, lo que permite a las refinerías indias aumentar sus márgenes de beneficio y mantener bajos los precios internos de combustibles.
  • La seguridad energética es una prioridad nacional. India, tercera economía mundial por PIB y con una población de más de 1.400 millones de personas, necesita diversificar fuentes y evitar depender de proveedores inestables o políticamente hostiles.
  • La postura de India es compartida con China, que también ha rechazado la presión estadounidense y ha defendido su derecho a decidir sus alianzas energéticas.

El negocio ruso de petróleo y gas: sanciones, trampas y resiliencia

La insistencia de Trump en aislar a Rusia responde a un dato incontestable: los hidrocarburos siguen siendo la columna vertebral del presupuesto ruso. En junio, Moscú recaudó 12.600 millones de dólares solo por exportaciones de crudo, y se estima que este año los ingresos superarán los 153.000 millones de dólares. Estos fondos sostienen el rublo y permiten a Putin financiar su ofensiva militar y la estabilidad económica interna.

Las sanciones occidentales, aunque han endurecido el marco legal y restringido el acceso de Rusia a tecnologías y mercados, no han logrado colapsar el negocio energético ruso. Moscú ha desarrollado varias estrategias para esquivar las sanciones:

  1. Flota fantasma: Rusia utiliza buques no registrados en Occidente y aseguradoras fuera del régimen de sanciones para transportar crudo por encima del precio tope impuesto por el G7 y la UE (que recientemente bajó de 60 a 47,6 dólares por barril).
  2. Descuentos y triangulación: Vende petróleo con descuento a India y China, que a su vez procesan y reexportan productos refinados incluso a mercados europeos.
  3. Diversificación de rutas y clientes: Los principales clientes del crudo ruso ya no son europeos, sino asiáticos, lo que ha redibujado los mapas energéticos globales.

Tabla: Ingresos rusos por exportaciones energéticas (2025, estimado)

DestinoPetróleo, gas y carbón (USD, miles de millones)
China219,5
India133,4
Turquía90,3

¿Por qué India no cede ante Trump?

La respuesta india es pragmática. Modi prioriza los intereses nacionales sobre la presión internacional. Los motivos:

  • Coste energético: India importa casi el 85% del petróleo que consume. El crudo ruso, más barato, es fundamental para evitar presiones inflacionistas y sostener el crecimiento económico.
  • Autonomía estratégica: India mantiene una política exterior independiente. Aunque refuerza su cooperación en defensa con Estados Unidos y Francia, no renuncia a su margen de maniobra respecto a Rusia.
  • Riesgo de sanciones secundarias: El Congreso de EE. UU. debate ampliar las sanciones a terceros países, pero su impacto real es incierto. India y China han diseñado mecanismos de pago alternativos para evitar el sistema financiero occidental y sortear posibles bloqueos.
  • Reexportación de productos refinados: Parte del crudo ruso importado es procesado y vendido como diésel y gasolina a Europa y otros mercados, generando ingresos adicionales para India y debilitando la efectividad de las sanciones.

Putin, el pulso energético y la guerra de Ucrania

Mientras tanto, Putin sigue encontrando vías para financiar su guerra. El ajuste de la UE al precio tope del petróleo ruso, la inclusión de más de 100 buques en listas negras y nuevas restricciones sobre bienes y servicios militares buscan asfixiar la economía rusa. Pero la resiliencia del sector energético, la demanda asiática y la capacidad de Moscú para adaptarse mantienen el flujo de ingresos.

El futuro inmediato presenta varias incógnitas:

  • ¿Hasta qué punto puede Trump endurecer las sanciones sin provocar una ruptura con India, un socio clave en la estrategia estadounidense para contener a China?
  • ¿Logrará la UE coordinarse con Washington en el ajuste del precio tope y las nuevas restricciones?
  • ¿Podrá Rusia mantener su “flota fantasma” y eludir los controles occidentales a largo plazo?

Claves para entender el escenario global

  • El petróleo ruso barato es un salvavidas económico para India, pero también un desafío directo a la arquitectura de sanciones occidentales.
  • Estados Unidos incrementa la presión, pero la autonomía energética y la geopolítica asiática limitan su capacidad de imponer su agenda.
  • El negocio ruso de gas y petróleo, pese a las sanciones, sigue alimentando la maquinaria de guerra del Kremlin y sosteniendo la economía rusa, con la complicidad —o el pragmatismo— de sus socios asiáticos.

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