Les cae fatal y no lo disimulan.
Hablamos de la Casa Blanca y del marido de Begoña, a quien felicitan al alimón el narco Maduro y los terroristas de Hamas y que encima anda dando la lata en la OTAN.
El sábado comienza con una imagen sorprendente: Donald Trump sonríe, levantando el pulgar, acompañado por Melania Trump y el rey Felipe VI.
Al fondo, ondean la bandera de Estados Unidos y el estandarte presidencial.
Esta fotografía, divulgada por la Casa Blanca cuatro días después del encuentro en la ONU, se convierte en un nuevo capítulo de los desencuentros entre el expresidente estadounidense y el presidente español, Pedro Sánchez.
La publicación llega tras la reunión entre Trump y Felipe VI durante la Asamblea General de Naciones Unidas. Observadores han interpretado este gesto como algo deliberado.
No es un secreto que Trump ha manifestado su desprecio hacia Sánchez, a quien ignora sistemáticamente en foros internacionales y con quien mantiene una relación fría.
Una imagen con múltiples significados
La escena revela más que un simple protocolo diplomático. El martes por la noche, en el hotel Lotte Palace de Manhattan, Trump organizó una cena privada para los jefes de Estado presentes en la Asamblea General. Felipe VI asistió como representante de España, en un contexto marcado por las tensiones internacionales, la guerra en Gaza y las divisiones sobre el reconocimiento del Estado palestino.
- Trump, junto a Melania, recibe a Felipe VI con una gran sonrisa y su habitual gesto del pulgar hacia arriba.
- La bandera estadounidense y el estandarte presidencial completan la imagen.
- El retraso de cuatro días en hacer pública la foto ha levantado sospechas. Otras delegaciones compartieron imágenes con Trump esa misma noche.
Este retraso no parece ser un simple descuido; más bien se presenta como un guiño político. Fuentes cercanas al ámbito diplomático sugieren que la Casa Blanca buscó el momento adecuado para maximizar el impacto mediático de esta imagen, justo cuando las palabras y los gestos tienen más peso que nunca.
El contexto: Sánchez y la diplomacia visual
La relación entre Pedro Sánchez y Trump nunca ha sido sencilla. Durante su mandato, el líder republicano evitó los encuentros bilaterales con el presidente español y no dudó en expresar sus diferencias abiertamente. La reciente visita de la delegación española a Nueva York no fue diferente. En esta ocasión, fue Felipe VI quien lideró la representación ante la ONU, dejando a Sánchez fuera del foco oficial.
- Si Felipe VI no hubiera viajado a Nueva York, habría correspondido a Sánchez asistir a la cita con Trump; algo que Moncloa se esforzó por evitar activamente.
- Este gesto se ha interpretado como una estrategia para esquivar un encuentro incómodo, sabiendo que Trump no perdería oportunidad para mostrar su desdén hacia el presidente español.
En esa misma semana, ambos líderes expusieron posturas opuestas sobre el conflicto en Oriente Medio. El rey Felipe VI defendió ante la Asamblea General el derecho de Israel a protegerse mientras reclamaba poner fin a lo que calificó como “masacre” en Gaza, subrayando así los vínculos históricos de España con el pueblo judío. En contraste, Trump arremetió contra quienes apoyan el reconocimiento del Estado palestino, acusándolos de “recompensar a Hamás”.
Un gesto simbólico con mensaje interno
La foto no solo busca generar impacto internacional. En clave interna, Trump utiliza este tipo de imágenes para enviar mensajes tanto a su electorado como a la comunidad internacional:
- Refuerza su perfil como líder global que prioriza las relaciones con jefes de Estado y monarquías sobre figuras políticas progresistas.
- Marca distancia respecto al actual gobierno español al identificarlo con movimientos “bolivarianos” o “chavistas” en América Latina; etiquetas que utiliza frecuentemente para desacreditar a la izquierda internacional.
- Aprovecha la presencia de Melania junto al simbolismo de las banderas para proyectar autoridad y continuidad institucional justo en un año electoral donde la política exterior vuelve al centro del debate en Estados Unidos.
El factor mediático y lucha por los símbolos
El control de la imagen pública es esencial en la estrategia de Trump. Desde la Casa Blanca se cuidan todos los detalles: desde cómo se difunden las imágenes hasta cómo se escenifican ciertos momentos. Esta fotografía recuerda cómo los gestos pueden ser tan significativos como las palabras pronunciadas.
- La rápida difusión de imágenes con otros líderes contrasta notablemente con esa demora en publicar la foto junto a Felipe VI; esto aumenta las especulaciones sobre las verdaderas intenciones detrás del acto.
- Por otro lado, La Casa Real española ha optado por mantener un perfil bajo al limitarse a compartir esta imagen en sus canales oficiales sin comentarios adicionales.
Repercusiones y posibles escenarios
La divulgación de esta fotografía ha generado intensos debates dentro de España. Los analistas apuntan que este gesto por parte de Trump puede tener diversas interpretaciones:
- Refuerza al rey como figura institucional representativa ante una audiencia internacional mientras eclipsa al presidente del Gobierno.
- Es otra muestra más de las tensiones latentes entre Estados Unidos y España, especialmente en materia de política exterior.
- Recuerda que hoy día las imágenes son herramientas poderosas capaces de influir e imponer presión, alterando agendas y percepciones rápidamente.
A medida que se espera una respuesta oficial desde Moncloa, este episodio resalta cómo los símbolos juegan un papel crucial en las relaciones internacionales. La política visual sigue marcando el pulso entre líderes. Trump ha demostrado nuevamente su habilidad para manejar tiempos y gestos incluso cuando parece que todo se decide tras despachos cerrados.
Una imagen puede valer más que mil palabras; hoy día, también es cierto que luchar por contar tu propia historia es esencial dentro del complejo entramado político internacional.
