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En Irán, fueron los reyes del mundo.
Rica, guapa, amigable, atlética, con dos hijos muy bonitos, la pareja se encontraba entre las figuras de Instagram más famosas del país, una de las únicas redes sociales sin censura.
Con su largo cabello negro, Shabnam Shahrokhi, seguido de 870,000 seguidores en Instagram, es un kickboxer de belleza inquietante.
Su esposo Ahmad Moin Shirazi, conocido como Picasso, es el hombre ideal para muchos.
Además, este ex campeón de kickboxing sigue exigiendo en su página de Instagram, seguido por casi 600,000 suscriptores, la igualdad de género en una República Islámica de Irán, donde las mujeres a menudo se consideran inferiores a los hombres.
Sin embargo, esta vida perfecta se hizo añicos cuando la pareja se vio obligada, en septiembre de 2019, a abandonar su tierra natal hacia Turquía.
«Un día a principios del verano de 2019, recibí una llamada oculta en mi teléfono», explicó Ahmad Moin Shirazi al diario. «Nadie, excepto el sistema, tiene acceso a esta opción en Irán. Supe de inmediato que era un mal presagio».
La llamada era del Ministerio de Inteligencia, que les convocaba a ambos para ser interrogados. Según confesó, durante las cuatro horas que duró el interrogatorio conocerion que las autoridades habían acumulado entre unas 500 y 1.000 páginas de información sobre ellos.
La lista de cargos contra la pareja era bastante larga: «propaganda contra el régimen, publicación de contenido obsceno y vulgar en la web, haber actuado contra la moral pública y propagación de la corrupción moral».
Tras pasar una noche en prisión, y a la espera de un juicio, salieron en libertad con el pago de la fianza. Pero no fue hasta septiembre de 2019, cuando decidieron huir a Turquía con sus hijos: «Salimos con solo cinco maletas. Dejamos diez años viviendo juntos en Irán: nuestro negocio, nuestra casa y las personas que nos son queridas».
Esta semana, la propia Shabnam Shahrokhi ha informado a sus seguidores de las condenas a las que se enfrentan a través de las redes sociales. « Intentamos ser ciudadanos responsables, encontrar el estilo de vida correcto… Fuimos acusados de disfrutar de nuestra paternidad».
La influencer ha sido condenada a siete años de prisión, 74 latigazos y tres meses de trabajo no remunerado. ¿El motivo? Publicar fotos de sí misma haciendo ejercicio sin velo, escribir sobre su familia y tratar, en contadas ocasiones, cuestiones sociales o políticas.
Ahmad Moin Shirazi, por su parte, ha sido sentenciado a nueve años de prisión por compartir publicaciones en su perfil que denunciaban la corrupción de las autoridades, la pobreza y la falta de libertad en el país, pero también por las muestras de amor hacia su esposa.
«Me llamaron corrupto», relató. «Pero lo peor para ellos fueron las fotos de Shabnam sin velo al lado de mi madre. No podían soportar la idea de que la gente empiece a pensar que ambos géneros, velados y descubiertos, pueden coexistir en Irán».
Su defensa intentará apelar el veredicto.
