Claro que explotará… “La historia lo dice”

Hoy cuando escribo leo lo siguiente en grandes titulares: “Bruselas advierte de la urgencia de acabar con la desigualdad: «Esto al final explota»: La Comisión Europea señala que este debe ser el objetivo número uno de la próxima legislatura (2019-2023) y propone entre otras cosas crear un seguro europeo de desempleo”. https://www.vozpopuli.com/economia-y-finanzas/Bruselas-desigualdad-objetivo-legislatura-europea_0_1255675453.html
Muchos lo han dicho y escrito´. Por mi parte y aparte de haberlo escrito y comentado por incontables veces, opino que… “El hombre aguantará todo lo que le echen, pero llegado su límite, iniciará el ataque; y los dioses te libren de la violencia del más pacífico, cuando agota su paciencia y decide iniciar el ataque”.
Y claro que EXPLOTA la gente… como tantas veces ha explotado; el ser humano tiene necesidades perentorias y de verdadero progreso… y si no las consigue con su trabajo (no se olvide que lo primero es hacer trabajar a todo el que pueda hacerlo) tratará de conseguirlas por la violencia y aunque se juegue el pellejo; los imbéciles de los avaros en exceso, no lo quieren entender; y los gobiernos no son tales, cuando no saben legislar de forma que la equidad y reparto con justicia, no sea impuesta… y ojo, no estoy hablando a favor de los parásitos y a los que siempre hay que tratar como tales; por tanto hay que obligarles a trabajar. Y no me hablen de que falta trabajo en el planeta; que “lo estamos matando cubriéndolo de basuras; y sólo en su limpieza hay trabajo inagotable por mucho tiempo”.
Lo que hay que evitar no es que se subleve el hombre y la mujer (“La más famosa de las revoluciones “la francesa” la iniciaron las mujeres al ver morir de hambre a sus hijos, por falta de pan; pero la que pasado el tiempo apenas sirvió para establecer regímenes estables). Lo que hay que evitar al unísono, es que las masas no las controlen “los bandidos de siempre”; que como demagogos, logran derribar el poder establecido, para instalarse ellos; y establecer uno incluso peor que el que han derribado. “No necesito ponerle nombre, vean la historia, que son incontables los conocidos”; y pensemos que la primera revolución, que recoge la historia, fue la de, “Espartaco y los demás esclavos de la Roma imperial”; la que no tuvo éxito y por tanto, no sabemos lo que hubiera hecho aquel valiente gladiador, una vez obtenida la victoria; por lo tanto, su ejemplo, quedó “a medias”; y lo hemos visto en la película que le dedicaron los norteamericanos, con Kirk Douglas como “caudillo”.
Lo primero de todo es mentalizar al ser humano de sus obligaciones para obtener sus derechos; antes “predicar con el ejemplo”; y dejarse ya de tantos abusos y latrocinios, que es la realidad que produce todo lo demás; en esto como en todo, parece ser cierto que marca el proceso la ley oriental o del “Karma” (causa-efecto) por tanto hay que pensar en todo, que ello vuelve al que lo produce, individual o colectivamente.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
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