Las miserias de los miserables
Salvo excepciones y que apenas pueden oponer nada a lo ya establecido; la política está llena a rebosar de lo que indica mi titular; puesto que esas palabras y según el diccionario oficial del idioma ESPAÑOL, definen: MISERIA: en su primera acepción, como “Estrechez o pobreza extrema”; siguen muchas más y todas acentuando lo que significa esta negra palabra y al miserable que la padece; al que despreciable por demás. El diccionario sigue definiendo de la forma siguiente: “1. adj. Ruin o canalla. 2. adj. Extremadamente tacaño. 3. adj. Extremadamente pobre4. adj. Dicho de una cosa: Insignificante o sin importancia. adj. Desdichado, abatido o infeliz”. O sea y como explica el diccionario, que indica es de raíz latina; ‘digno de compasión’, ‘lamentable’.
Lo que antecede, guarda relación con la noticia que leo cuando escribo y que tras ella comentaré.
“La izquierda se replantea cómo jugar la batalla cultural que está ganando la ultraderecha” (titulares): Diferentes figuras del mundo de la política, la investigación y el activismo reflexionan sobre las claves más relevantes que giran en torno a la batalla cultural y cómo los partidos progresistas deben situarse en este terreno. Los partidos de derecha radical y populista suelen recurrir a lo que denominan batalla cultural para imponer en la agenda aquellos temas que les benefician y de los que pueden sacar partido. Esta estrategia de incidir en la opinión pública no solo les puede otorgar beneficios electorales —de hecho, ese no es el principal objetivo—, sino que les permite establecer un escenario en el que son capaces de arrastrar al resto de fuerzas políticas hacia posiciones más conservadoras e, incluso, reaccionarias. Entretanto, los espacios democráticos en general y la izquierda en particular siguen repensando y debatiendo sobre la necesidad de establecer un proyecto que pueda hacer frente a esa guerra cultural de la ultraderecha que ha conseguido hacer tambalear los valores de las democracias liberales. El exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, se refería en un reciente artículo en Ctxt a esta cuestión: «La izquierda debe asumir que el terreno de la cultura y la ideología es tan decisivo como el institucional y el de la movilización social». Entretanto, los espacios democráticos en general y la izquierda en particular siguen repensando y debatiendo sobre la necesidad de establecer un proyecto que pueda hacer frente a esa guerra cultural de la ultraderecha que ha conseguido hacer tambalear los valores de las democracias liberales. El exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, se refería en un reciente artículo en Ctxt a esta cuestión: «La izquierda debe asumir que el terreno de la cultura y la ideología es tan decisivo como el institucional y el de la movilización social». (Diario “Público” 12-09-2021)
¿Cómo se puede consentir y aceptar todas estas miserias que promueven y mantienen sólo los más miserables miembros de una sociedad podrida ya y que quiere seguir sosteniendo sus poderes sólo con la mentira? Aunque es la realidad desde que se escribe la historia del pobre “mono humano”, pero lo sentenció el perverso Napoleón (que también lo era pese a sus grandezas) con la siguiente frase: “La Historia la escriben los vencedores”: y es por lo que en España (deduzco que igual ocurrirá en otros muchos países); a los escolares se les mal enseña y destruye, con las historias que les hacen aprender, en “las diecinueve autonomías” en que se ha destruido la Historia de una nación que se sigue conociendo como ESPAÑA; e igualmente, no se les enseña cultura, por cuanto la una y la otra, como “elementos básicos, necesarios y neutros de cualquier tendencia política”, hay que enseñarlos con esa limpieza que el verdadero maestro de enseñanza, sepa encontrar, y que considere verdaderamente valiosa para formar, de verdad, al indefenso ser humano de hoy o de cualquier tiempo, en que de verdad, se enseñe a ser sólo; “un ser humano formado con la máxima dignidad que sea posible de asumir”.
Pero es claro, que mientras la política, esté dirigida y ejecutada, por “los más miserables de los miserables monos humanos actuales”; sólo obtendremos, las infinitas miserias que nos provocan, por sus miserables decisiones, que obligan a las continuas guerras, levantamientos, aplastamientos, y horribles “miserias”; que padeció siempre el pobre e indefenso “mono humano”; siempre en manos de los más miserables de los monos de todos sus tiempos: Amén.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí mucho más)
