No más Mentiras

Antonio García Fuentes

«Por la gracia de Dios»

“Por la gracia de Dios”

“Ganarás el pan con el sudor de tu frente”; creo que fue Cristo el que nos dejó tan gran sentencia, pero “el mono humano”, antes durante y después de este gran profeta; practicó, practica y practicará (“y sálvese el que pueda”) todo lo contrario, o sea y más claro, “ganarás el pan y todo cuanto puedas apañar, arramblar, atesorar y guardar hasta después de muerto… con el sudor del de enfrente”; es claro que todos los conflictos, guerras y demás “pandemias”; viene de ese egoísmo del ser humano, que en lo que entendemos por “realeza”, asombra; y muchas más cosas; que mueven a compasión, risa grande y sabia, o cachondeo del más fino español y sobre todo, del muy vapuleado nativo andaluz, de los que formo parte; veamos el porqué de este preámbulo, tan, “suigéneris”.


Y es que, “lo de por la gracia de Dios”; era el sello máximo, que por concesión del que se autodenominaba, “representante de Dios en la Tierra”; se concedía “graciosamente”, a la “testa coronada”, para consolidar su poder sobre la cantidad que fuere, de súbditos, siervos, lacayos, e incluso esclavos cuando la esclavitud, era lo normal en aquellos terrenos dominados por creyentes en ese Dios, que nadie ha visto y menos ha consultado con tan alta autoridad Universal”; autoridad que yo no niego, puesto que deducí hace ya “la pila de años”, que lo que veo y observo, y que no puede hacer o realizar, el mono humano, lo hizo y hace, una Fuerza Universal a la que denominamos Dios”; quede ello claro puesto que en ello, soy fiel creyente.


Pero no entenderé nunca ese, “por la gracia de Dios”; que incluso en las monedas, de “la era de Franco”; figuran; y el que aparte de “conquistar aquella triste España, creó un reino sin rey; del territorio conquistado; reservándose el colocar como tal, al que le plujo, como luego puso al que reinó, hasta que se fue “huido” a un paraíso musulmán del que por lo visto se ha cansado y quiere volver, aunque sea de “rey suplente”; y es que, “el poder y el dinero, en algunos seres, es una terrible enfermedad”.
Pero eso no tiene importancia puesto que es “lo normal” en esa clase privilegiada, pero la que “en cosas de poder y dinero, afinan una enormidad”.


Y en cuanto a creerse dioses, recordemos, el que en algunos imperios y no muy antiguos; el inferior que se presentaba ante su rey o emperador; no le estaba permitido, ni mirar a los ojos directamente; caso de atreverse a ello, su cabeza y cuello, eran cortados, como el carnicero corta los de la pobre res, que vende a pedazos.


Cuando esto escribo, acabo de leer, un libro para mí muy interesante no por la novedad, puesto que, “del ajo ya sabía bastante”; pero por cuanto nos cuenta de una serie de; “reyes, reinas, princesas, príncipes, infantas, infantes y demás miembros reales y lo que se sabe de sus ajetreadas vidas”.


El libro se titula: “Por razón de Estado” (Las bodas reales en España) de Juan Balansó; y cubre sólo, la parte de, “la invasión de los Borbones en el Imperio Español; y que fueron los encargados, de “cargarse”, lo que dejaron, los otros voraces extranjeros, cuáles fueron los denominados “Austrias” (“otros angelitos de buen recuerdo para los españolitos que los soportaron”).


De éstos últimos el único que se salva con las máximas calificaciones de un verdadero rey, que se preocupa de “la inmensidad que le dejan para que la administre”; yo no encuentro nada más que a uno, o sea, a Carlos III, el que por ser tan asombrosamente íntegro; “sólo se acostó con su mujer legítima”; y no se le conocen “pecados o delitos” dignos de serle echados en cara; o sea y recordando el viejo dicho popular, “fue el grajo blanco de la realeza española desde muchos siglos”.


Del resto de lo que se publica en el libro, que indudablemente no lo será todo y habrá, muchos más trapos sucios que el autor no ha querido señalar; todo se basa en, “unas ansias de poder, lujos y disfrutes de todo tipo y condición; donde “los cuernos”, salen a relucir con las bigamias, trigamias, cuatrigamias, o multigamias, que como fueron de quienes fueron, pues eso no era punible; lo punible es que lo hicieran los de la masa”. Y para llegar al poder, “la compra venta de varones o hembras, era lo más normal del mundo”; de ahí, que “las víctimas, tuvieran que cargar, con el mulo o mula, buena o mala, garañón o impotente y en fin, hasta con la enfermedad, que la gran endogamia de esta “privilegiada clase, atesoró a lo largo de los siglos”, puesto que, “las coronas eran lo primero y a ellas había que sacrificarle, todo lo sacrificable”. TODO.


O sea y terminando, que cualquiera que piense un poquito, sólo un poquito, que nunca añore, ni el dinero en grandes masas y menos, coronas a lucir en sus pobres crestas; puesto que ese libro nos dice con toda claridad, que, “en el pecado va la penitencia”; y en realidad, dan lástima muchos de los casos que en el libro se relatan.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

Lo más leído