Pacos

Paco Sande

Banderita, tú eres roja.

Durante las últimas décadas la bandera ha sido objeto de una ofensiva progre asfixiante. La misma insiste en que la bandera no es sino, simplemente, un trapo que no representa nada o casi nada y que, además, es usado demasiado por la derecha, que se ha apropiado de los símbolos de España en beneficio propio. En realidad difícilmente alguien se puede adueñar de algo que ya es suyo y los símbolos de España, tanto la Bandera como el Himno Nacional son patrimonio de todos los españoles y ninguno puede ser acusado por, ondear la bandera o tocar el Himno nacional, ni de adueñarse de ellos ni de usarlos demasiado. ¿Qué paso en Francia cuando el partido de ultraderecha de Le Pen comenzó a ondear la bandera y a tocar el himno francés en todos sus actos? ¿Protesto la izquierda francesa de que se estaban adueñando y usando demasiado los símbolos de Francia? No y no, estos empezaron a usarlos todavía mas, pregonando su patriotismo y su amor a Francia a los cuatro vientos. Pero es que España, como se sabe, es “different” y a la izquierda española democrática y progresista, parece darle miedo o vergüenza decir que son demasiado patriotas y la Bandera y el Himno, parece, les de urticaria. Cosa que no ocurre cuando se trata de cantar el himno de alguna autonomía para darle por el pie y hacerles la pelota a los nacionalistas. Como ejemplo, el de Julia Otero, cuando hace unos días en su programa de televisión, canto a coro con unos niños “Els Segadors” el himno de Cataluña. –Bueno, se comprende, teniendo en cuenta que esta señora es gallega y la gente así cree que tienen que hacer todo lo que este en su mano y más, para que los catalanes les perdonen el no haber nacido en Cataluña-. Luego les haces escuchar el Himno Nacional o saludar a la Bandera y ponen el grito en el cielo diciendo que es chauvinismo, carca y fascista. La verdad es que no reparan en gastos a la hora de denigrar la Bandera.
Para que sea ondeada, en algunos ayuntamientos tienen que ser obligados por ley y cuando lo hacen, aparece en un lugar tan disimulado o tan apartado de la vista que hay que fijarse mucho para darse cuenta de que está allí, como sucede con el ayuntamiento de Bilbao y es que, es tanto el afán de hacerla a menos que han recurrido a las mas variopintas y rebuscadas teorías para determinar su procedencia. Que fue impuesta por Franco, que no es la verdadera bandera de España, que la verdadera es la republicana, que fue la antigua bandera de los barcos catalanes,… ¡yo que se!, de todo, ya no saben lo que decir.
Pero la verdad es que, La Bandera, nuestra Bandera, la roja y gualda o amarilla, es la bandera oficial de España desde 1843. Fue traída a España por Carlos III cuando éste heredo la corona española.
Hasta Carlos III, la bandera española había sido la de la Casa de Borbón, completamente blanca.
Carlos III era hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, ésta con el objetivo de colocar bien a sus hijos y puesto que el rey Felipe V había tenido otros con su primera esposa Maria Luisa de Saboya que heredarían la corona de España, ella se dedico a buscar reinos italianos para los suyos. Nos costo una guerra con Austria, que perdimos, naturalmente, pero la reina se salio con la suya y Carlos recibió Parma y Felipe Plasencia y Toscana. Pero no quedó ahí la cosa con Carlos, pues, por lo visto, el chaval valía y casi por meritos propios llego a ser rey de Nápoles.
Siendo rey de Nápoles, Carlos adopto la roja y amarilla para sus navíos de guerra, que, hasta entonces se confundían fácilmente con las de los otros estados borbónicos y ello le acarreaba muchos disgustos.
Y esta fue la bandera que trajo con él cuando heredo la corona española.
Esta es, al menos, la versión que nos da un escéptico autor que anda por ahí. Hay otra versión que dice: que el diseño actual de franjas y colores de la bandera nace en 1785, también de la mano de Carlos III, pero ya en España. Según esta otra versión, -yo creo mejor la anterior- el rey habría convocado un concurso para crearla, gano, según esta versión, el diseño de Frey Antonio Valdés y Fernández Bazan. De cualquier manera, y a favor de su legitimidad histórica, podemos decir que es una de las banderas más antiguas de occidente: la de EEUU es de 1776, la Francesa de 1789 y la del Reino Unido de 1801.
Por tanto, los que quieren legitimar la bandera de la republica, tienen que tener en cuenta que: en 1978, cuando se aprobó la Constitución actual, habíamos tenido 187 años (casi dos siglos), de bandera rojigualda frente a 3 años con la bandera de la Segunda República. Y eran en 1936, cuando empezó la guerra civil, 148 años de bandera rojigualda frente a 3 con la bandera de la Segunda República. Creo que en uno y otro caso se optó acertadamente (las cifras son abrumadoras) por mantener el diseño histórico de la Bandera Española.
Y para aquellos que crean que una bandera es solo un trapo, algo que se haya inventado recientemente la derecha española, deberían echarle un vistazo a la historia. Esta nos enseña, una y otra vez, que los símbolos son algo consustancial al hombre, en la guerra y en la paz. En la guerra es donde mas relieve alcanzan los símbolos, porque ahí todo se dirime a vida o muerte. Hay un temprano testimonio sobre esa importancia que se concede a la bandera, mucho más que militar. Es el de Bernardino Escalante, que dice así:
La bandera es el verdadero fundamento de la Compañía, y en que consiste la honra y reputación suya. Y de sus soldados, conviene que al que se la hubiere de encomendar tenga las calidades de un perfecto alcaide en nobleza, y estimación de la honra, para que la sepa guardar, y morir por defendella, sin jamás desamparalla.
De manera que la bandera no es solo un trapo; lleva implícita una idea de honor, y eso se ha afianzado en el curso de los siglos.
Solamente aquellos que no aman, o incluso odian, a su país afirman lo contrario. Y en España, por desgracia, de estos tenemos en abundancia.

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