Pacos

Paco Sande

Ya estamos otra vez. De nuevo los “Indignados” y, siempre, los nacionalistas…

Ya volvemos a estar a las puertas de unas elecciones que, al parecer, va a ganar el PP (la derecha) y ya está la izquierda rancia, carca y torticera, tratando de armar el mayor embrollo posible para entorpecerlas.
De nuevo los “Indignados” amenazando con volver a tomar la Puerta del Sol.
Dicen estar indignados con toda la patulea política actual y quieren una democracia para todos.
Estos tienen de “Indignados” y de querer una democracia para todos, lo que yo tengo de monje cartujo.
Estos ni buscan una democracia para todos, ni ninguna clase de democracia.
Estos lo que no soportan es que gobierne la derecha y harán lo que sea con tal de evitarlo.
Estos no quieren una democracia para nadie. Quieren una dictadura de izquierdas como quisieron siempre y, por favor, que nos ahorren su hipocresía, porque si hay algo más sucio, deleznable y vil que un dictador, es un dictador de izquierdas mentiroso e hipócrita que diga que hace, lo que hace por la libertad del pueblo.
Por lo menos que tengan la hombría de quitarse la careta y venir de frente y dejar de ocultarse bajo la máscara de “Guy Fockes” que, al final, no fue más que otro idiota, y decir a los españoles lo que realmente son y lo que representan.
Pero para eso haría falta un poco de decencia y vergüenza torera y estos indeseables no saben lo que es ni una cosa ni otra.

Y otros que tal bailan son los nacionalistas.
Que pesadez con esta gente.
¿Pero que hace falta para que se den cuenta que sus anhelos sobre unas supuestas soberanías de sus supuestas nacioncitas ya no le interesan ni al más tonto del pueblo?
El mundo en general y Europa en particular, están pasando por la mayor crisis que se recuerda en la historia del mundo, ni siquiera después de las 1ª y 2ª Guerras Mundiales estaba el mundo en el aprieto en que se encuentra en estos momentos.
No se necesita ser un lince ni tener estudios superiores para darse cuenta de que, el tamaño de las naciones sí que importa y que, si alguna vez necesitamos estar unidos, este es ese momento.
Y, sin embargo, mientras Rubalcaba y Rajoy, se desgañitaban día tras día, tratando de convencernos de cuál de los dos tenia la mejor solución para sacar a España de este berenjenal, ellos (los nacionalistas) seguían con su cansina y sempiterna cantinela de que ellos eran los representantes y defensores naturales de sus respetivos “países”, Vascongadas, Cataluña y Galicia. (Sic)
Einstein, dijo: Hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, pero del universo no estoy muy seguro.
Y estos tíos, son el ejemplo palpable de que el sabio tenía razón.
Como si no, se podría explicar que ellos pusiesen el grito en el cielo cuando el Banco Popular compró al Banco Pastor, que ya ni era gallego ni casi era banco, diciendo que Galicia se quedaba sin uno de sus símbolos.
Como si no, se podría explicar que ahora Caixa Galicia o Banco Nueva Galicia, o como puñetes se llame, que está pidiendo a gritos que alguien, como el Popular, venga y se lo compre para salir del atolladero, ellos (los nacionalistas) estén, otra vez, armando un guirigay y diciendo que no podemos consentir que Galicia se quede sin bancos.
Pero quien carajo tiene el dinero que estos bancos necesitan ¿Ellos?
En España, se ve con preocupación cómo el país, por primera vez, alcanzará un crecimiento vegetativito negativo –diferencia entre los nacimientos y la defunciones- en el 2019, algo que ya alcanzó Galicia en el 2010.
Galicia, de hecho, contará con el peor saldo de todo el Estado durante todos los ejercicios de la próxima década.
Las distintas proyecciones de población que maneja el Instituto Gallego de Estadística, trazan, a medio plazo, una comunidad profundamente envejecida.
En un informe reciente, el organismo gallego dibujaba un mapa muy ilustrativo sobre el peso de la población mayor en muchas comarcas.
En 129 ayuntamientos, -casi la mitad de los que existen- por cada 10 euros que se gastan en prestaciones públicas, en su mayoría jubilaciones, apenas se recaudan cinco en concepto de cotizaciones de los trabajadores.
Esto evidencia que una gran parte del territorio, casi la mitad, depende más de la solidaridad de la caja única (Española) de la Seguridad Social, que del dinamismo económico de la región (país para los nacionalistas) gallega.
Y esto obedece a que está habitada, en gran parte, por personas mayores de 65 años.
Como si no, se podría explicar que alguien, con estos datos en la mano, -alguno tendrá que tenerlos- pida la independencia para Galicia.
¿Cómo alguien puede querer formar un “país” que se está quedando sin gente y la que queda son ancianos?
¿Puede o no puede ser infinita la estupidez humana?

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