¿Un acercamiento forzado por la crisis migratoria?

El tirano Maduro habla de un «primer paso por una agenda de entendimiento» entre Venezuela y EEUU

El régimen chavista recibe a los primeros deportados mientras la oposición denuncia persecución política

El tirano Maduro habla de un "primer paso por una agenda de entendimiento" entre Venezuela y EEUU

El dictador chavista Nicolás Maduro calificó la llegada de los primeros vuelos con migrantes deportados desde Estados Unidos como un «primer paso por una agenda de entendimiento» entre ambos países.

Sin embargo, este aparente acercamiento contrasta con las tensiones diplomáticas y la situación de los presos políticos en Venezuela.

En la madrugada del lunes 10 de febrero de 2025, dos aviones de la aerolínea estatal venezolana Conviasa aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía con aproximadamente 190 venezolanos deportados desde Estados Unidos.

El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, recibió personalmente a los deportados, en un intento de convertir la llegada en un acto de propaganda para el chavismo.

Maduro, en su programa televisivo semanal, celebró este hecho como un avance positivo en las relaciones con Washington. «Hemos dado un paso favorable, positivo», declaró el mandatario venezolano. Sin embargo, la realidad de las relaciones bilaterales es mucho más compleja y tensa.

Decomiso del avión de Delcy Rodríguez

Apenas unos días antes, el 7 de febrero, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio anunció la confiscación de un avión perteneciente a la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez en República Dominicana. El decomiso se produjo durante la visita de Rubio a Santo Domingo, en lo que el Departamento de Estado describió como un «compromiso de aplicación de la ley».

Rubio declaró en su cuenta de X (antes Twitter): «La incautación de esta aeronave venezolana, utilizada para evadir las sanciones estadounidenses y el lavado de dinero, es un poderoso ejemplo de nuestra determinación de exigir cuentas al régimen ilegítimo de Maduro por sus acciones ilegales».

La respuesta del régimen chavista no se hizo esperar. En un comunicado oficial, el gobierno venezolano calificó a Rubio de «mercenario del odio» y «ladrón de aviones», acusándolo de usar su cargo para «saquear y despojar» a Venezuela de sus bienes.

La política migratoria de Trump

La reanudación de las deportaciones de venezolanos es parte de la promesa electoral de Donald Trump de llevar a cabo la mayor campaña de deportación en la historia de Estados Unidos. Trump, que volvió al poder en enero de 2025, ha prometido expulsar a millones de inmigrantes indocumentados, con un enfoque particular en los venezolanos.

El envío de Richard Grenell, enviado especial de Trump, a Caracas a finales de enero para negociar con Maduro, resultó en la liberación de seis estadounidenses detenidos en Venezuela y en el acuerdo para los vuelos de deportación. Sin embargo, la Casa Blanca ha dejado claro que no tiene previsto cambiar su posición respecto al régimen de Maduro.

Situación de los presos políticos y la oposición

Mientras el gobierno de Maduro intenta presentar una imagen de normalización en sus relaciones con Estados Unidos, la situación interna en Venezuela sigue siendo crítica, especialmente para la oposición y los presos políticos.

María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, denunció recientemente la situación de los presos políticos en el país.

Según Machado, tras las elecciones de julio de 2024, el número de detenidos por motivos políticos aumentó de 300 a más de 2.000. «La situación de nuestros presos políticos es criminal. Ellos y su familia están sufriendo profundamente», declaró Machado.

La propia Machado fue objeto de un confuso incidente el 9 de enero de 2025, cuando fue brevemente detenida tras participar en una protesta contra la investidura de Maduro.

Aunque fue liberada horas después, el episodio puso de manifiesto la precaria situación de los líderes opositores en Venezuela.

Según el Dr. Carlos Malamud, analista senior del Real Instituto Elcano, la situación actual refleja una compleja dinámica entre Estados Unidos y Venezuela. «Por un lado, Trump necesita mostrar resultados en su política migratoria de cara a las elecciones de 2028. Por otro, Maduro busca un alivio de las sanciones económicas que han asfixiado la economía venezolana», explica Malamud.

El experto advierte, sin embargo, que este acercamiento es más táctico que estratégico.

«No debemos confundir estos gestos con un cambio fundamental en la política de Estados Unidos hacia Venezuela. La administración Trump sigue sin reconocer la legitimidad de Maduro y mantiene su apoyo a la oposición liderada por María Corina Machado».

Malamud también señala que la situación de los presos políticos y la persecución a la oposición siguen siendo los principales obstáculos para una normalización real de las relaciones.

 «Mientras no haya avances significativos en materia de derechos humanos y libertades políticas en Venezuela, cualquier acercamiento será superficial y frágil».

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