Por injurias, calumnias y difamación

Trump se querella contra ‘The New York Times’ y demanda al diario 15.000 millones por difamarle

El expresidente de EE. UU. exige 15.000 millones de dólares a The New York Times por difamación y libelo, intensificando el enfrentamiento entre poder político y prensa estadounidense

Trump vs The New York Times
Trump vs The New York Times. PD

La noticia ha sacudido los despachos de Nueva York y los pasillos de Washington: Donald Trump ha presentado una demanda contra The New York Times por difamación y libelo, reclamando la asombrosa suma de 15.000 millones de dólares.

A día de hoy, 16 de septiembre de 2025, este litigio se ha convertido en uno de los más comentados en la historia reciente del periodismo estadounidense.

El exmandatario acusa al diario de haber emprendido una campaña sistemática para desprestigiarle, especialmente durante el auge del movimiento MAGA y su etapa presidencial.

No es la primera vez que la relación entre Trump y la prensa se convierte en noticia, pero nunca antes se había alcanzado tal magnitud económica ni un tono tan desafiante.

La batalla promete titulares aún más llamativos en las próximas semanas; lo único seguro es que ni Trump ni The New York Times están dispuestos a ceder terreno fácilmente.

Claves legales y ramificaciones mediáticas

El núcleo del caso gira en torno a una serie de reportajes publicados por The New York Times sobre los negocios y la gestión política de Trump, los cuales, según el expresidente, han contenido afirmaciones falsas y dañinas para su reputación personal y empresarial.

  • Definición jurídica: En Estados Unidos, demostrar difamación contra una figura pública exige probar «malicia real», es decir, que el medio publicó información sabiendo que era falsa o con temerario desprecio hacia la verdad.
  • Precedentes: Grandes demandas contra medios suelen terminar en acuerdos o ser desestimadas, pero ninguna había alcanzado hasta ahora cifras tan elevadas.

Las cifras llaman la atención: 15.000 millones de dólares equivalen al presupuesto anual combinado de varios grandes periódicos estadounidenses. Esta cantidad hace que la demanda no solo sea un reto legal sino un símbolo del enfrentamiento entre poder político y prensa libre.

El trasfondo: acusaciones de parcialidad y hostilidad

La enemistad entre Trump y The New York Times viene de lejos. El expresidente ha acusado repetidamente al diario de actuar como brazo mediático del Partido Demócrata y de ser hostil hacia el movimiento MAGA (Make America Great Again).

  • Según fuentes cercanas al entorno de Trump, el expresidente considera que el periódico no solo le ataca a él, sino que pone en cuestión a millones de votantes conservadores.
  • The New York Times, por su parte, defiende su cobertura como rigurosa y basada en hechos comprobados.

Este enfrentamiento revela un problema más amplio: la polarización informativa en EE. UU., donde cada medio es percibido por parte del público como aliado o enemigo según sus afinidades políticas.

Curiosidades, datos locos y contexto histórico

El caso está plagado de detalles curiosos:

  1. Cifra récord: Nunca antes un político estadounidense había reclamado tanto dinero a un medio por supuesta difamación.
  2. El equipo legal: Trump ha contratado a abogados especializados en litigios mediáticos conocidos por su agresividad; algunos han representado a celebridades en casos tan insólitos como demandas por publicaciones sobre alienígenas.
  3. Impacto en bolsa: Tras hacerse pública la demanda, las acciones del grupo propietario del Times experimentaron un ligero descenso, aunque los analistas descartan efectos a largo plazo.
  4. Enfrentamientos previos: Desde su primer mandato, Trump ha calificado a varios medios como «enemigos del pueblo». Ha bloqueado a periodistas en redes sociales e incluso se sabe que llegó a pedir listas negras informales para limitar el acceso a sus eventos.
  5. Récords Guinness: Si se llegase a conceder la indemnización total, sería la mayor compensación por difamación jamás registrada, superando casos anteriores relacionados con figuras públicas internacionales.

¿Libertad de prensa bajo presión?

Este caso plantea varias preguntas sobre los límites entre crítica legítima y difamación. Organizaciones defensoras de la libertad de prensa han expresado preocupación ante el posible efecto disuasorio sobre el periodismo independiente.

  • La Asociación Nacional de Editores advierte que demandas tan elevadas podrían fomentar una «autocensura peligrosa».
  • Al mismo tiempo, figuras conservadoras consideran que es hora de que los medios respondan legalmente por sus errores o sesgos.

La sociedad estadounidense sigue dividida entre quienes ven a The New York Times como baluarte democrático y quienes lo consideran parte del establishment liberal que margina voces alternativas.

El futuro inmediato

Mientras abogados preparan argumentos y las partes calientan motores mediáticos, el caso será seguido con lupa desde redacciones y despachos políticos.

  • Se espera que las primeras vistas judiciales se celebren antes del final del año.
  • El resultado podría sentar precedente sobre cómo se entiende la responsabilidad informativa frente al poder político en EE. UU.

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