Es una de las mayores fosas del franquismo abiertas hasta ahora en España y la más complicada para el forense Francisco Etxeberria, quien ha participado en más de un centenar de exhumaciones desde el año 200. Está en el monte de La Pedraja, junto a la carretera N – 120 que une Burgos y Logroño, en mitad del Camino de Santiago. Un equipo de 25 expertos, algunos llegados desde EE UU, Argentina y Reino Unido, ha recuperado los restos de 96 fusilados. Les ha llevado seis días en jornadas de 10 horas porque los huesos estaban muy deteriorados por la humedad y se deshacían al cogerlos.
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