OPINIÓN / REPASANDO COLUMNAS

¡Fuerza y honor!: Sánchez Dragó se ofrece a Marine Le Pen

Después de pedir guerras en Libia y Siria, Bernard Henri-Levy quiere otra 'por la democracia' en Crimea

Esperanza Aguirre, extasiada ante el poder británico que ocupa la colonia de Gibraltar

¡Que día les espera a los progres, en especial a los tertulianos, cuando se acerquen a la prensa! Les va a subir la tensión y algunos van a sufrir hasta dolores de cabeza.

Las guerras, ¿son todas malas o las hay buenas? Vaya idea para meditar mientras uno se fuma un cigarrillo o se toma un café. Si las guerras las hace Bush, está claro que son malas, pero, ¿y si las hace Obama? Porque con Clinton no recuerdo protestas de los Bardem ni dibujos de Forges. 

El filósofo francés para víctimas de la LOGSE Bernard Henri-Levy, que se enorgulleció de haber convencido a Sarkozy para que bombardease Libia y que pidió el derrocamiento de Assad mediante la invasión de Siria, propone este 17 de marzo de 2014 la intervención en Ucrania.

Para nosotros, europeos de la Europa libre, la línea divisoria está clara. Y esta divisoria nos obliga a tomar partido. Naturalmente, no por un nacionalismo contra otro nacionalismo rival, sino, una vez más, y simplemente, por el derecho de los pueblos a no ser masacrados y contra el de los déspotas a masacrar soberanamente a su propio pueblo. Una de dos. O el peligro existe… ¿Qué digo? La masacre ya ha comenzado. Ya han empezado, como en Kosovo, a mutilar, decapitar y ejecutar de un tiro en la nuca a los habitantes de pueblos enteros. Y entonces, sí, tenemos buenas razones para intervenir y detener la carnicería…

Sí a la protección de los pueblos.

No al proyecto imperialista putiniano de pegar fuego a la casa Europa.

¿Con qué ejércitos puede intervenir Europa?, ¿con la fuerza nuclear francesa? Me parece que Henri-Levy confunde Rusia con una república africana como Gabón.

Y esta soflama belicista se publica en El País.

Gabriel Albiac (ABC) sentencia el conflicto, por mucho que le disguste a Henri-Levy.

Extinguido el derecho internacional tras Kosovo, Europa está bajo tutela solo de la fuerza. Y la fuerza aquí bascula, sin la menor duda, a favor de Moscú. La anexión sale gratis. Y, por lo tanto, está ya consumada.

Y para echar unas risas, la columna de Carracal (ABC), al que parece que la edad le está haciendo olvidar el siglo XX que él ha vivido.

Precisamente porque se oye el rugido de los tanques, necesitamos más que nunca la diplomacia. Diplomacia auténtica, no la que se viene practicando en las cancillerías, que no ve más allá de los intereses particulares y se mueve por impulsos emocionales.

Si no hay políticos ni académicos ni militares, ¿de dónde van a salir diplomáticos?

Dragó pone su capa española a los pies de Le Pen

En El Mundo, Fernando Sánchez Dragó se ocupa, con sólo dos semanas de retraso, de la entrevista de Marine Le Pen a Ana Pastor (no es una errata: Ana Pastor reveló que acoge inmigrantes en su casa; no sabemos si se refiere al servicio).

Se entiende que crezcan hora a hora sus posibilidades de llegar a ser la próxima inquilina del Elíseo. Los progres de derechas y de izquierdas, agarrados todos a las faldas de mamá Europa y amorrados a la flácida teta del Estado de bienestar, la tildan de fascista, pero ese adjetivo, otrora infamante y tan manoseado hoy por quienes no tienen más argumento que el de las etiquetas, empieza a ser sinónimo de sentido común: el que se puso de manifiesto en todo lo que dijo, con dignidad, claridad e inteligencia, la entrevistada.

Y a continuación, no sólo ofrece su voto a Le Pen, sino que añade que doña Marine es antifascista.

Es curioso que acusen de fascismo a quien quiere evitar que éste se adueñe otra vez de Europa, pues la creciente cólera popular que la inmigración suscita y a la que ella desea poner freno es el caldo de cultivo y el caballo de Troya de la ideología citada. Manifestó Marine Le Pen su decepción y su asombro ante la triste evidencia de que no exista en España, a diferencia de lo que sucede en el resto de Europa, ni un solo grupo de ideas afines a la de su partido. Cierto es. Grupos, señora, que lo sean de peso, no los hay, por cobardía, egoísmo y secuelas póstumas de la lucha antifranquista, pero hay individuos. Yo, por ejemplo, y algunos más. Al día siguiente de emitirse la entrevista me telefoneó una persona muy conocida, mucho, y muy de izquierdas, para decirme lo mismo que le estoy diciendo. Su nombre levantaría ampollas. Delo él a conocer, si lo estima oportuno. Yo, que no soy hombre de partido ni de ideologías, sólo hablo en nombre propio. Aquí me tiene. Aunque no puedo votar en Francia, Madame, ahí va mi voto, por inútil éste que sea. Me ha convencido. ¡Fuerza y honor! De ambos anda usted sobrada.

Menos mal que los progres siguen teniendo columnistas de confianza que les guían en el turbulento mundo en el que vivimos después de la llorada caída del Muro socialista. Enrique Gil Calvo (El País) equipara a quienes dudan de la versión oficial sobre el 11-M con los negacionistas que niegan el holocausto.

Son nuestros negacionistas particulares (entendiendo por negacionismo la delirante pretensión de que Hitler no asesinó a millones de judíos), que practican con olímpico desprecio a la evidencia histórica y a la inteligencia ciudadana la fraudulenta política del sostenella y no enmendalla. Y entre ellos no sólo figura la banda de los cuatro que patentó la confabulación (Aznar, Acebes, Zaplana y Ramírez) sino todos los demás que la sostuvieron y propagaron: como el propio Rajoy, el resto del PP, su prensa amiga y las asociaciones de víctimas que conforman el Tea Party español.

Y en una pirueta argumentativa que me hace dudar del estado de las neuronas de Gil Calvo, éste concluye metiendo a Irak y los supuestos recortes del gasto público en el mismo saco.

En efecto, ahora ya sabemos por el dictamen de los organismos internacionales que la política de austeridad fiscal, decretada por el directorio europeo y llevada hasta el límite por las autoridades españolas, fue algo peor que un crimen

En consecuencia, nuestras élites se ven ahora obligadas a tratar de huir de la deflación, pero no por eso reconocen su error ni mucho menos piden perdón. Por el contrario, prefieren seguir el ejemplo del trío de las Azores, que tras asolar Irak sin oficio ni beneficio jamás ha reconocido ni su crimen ni su error. Como se saben impunes, prefieren simular una inocencia en la que nadie puede creer. Y para eso, casi resulta preferible Putin.

El mal absoluto: un cardenal y políticos del PP equiparados a los nazis, la guerra de Irak, el austeridicio… Este es el tipo de píldora intelectual que muchos necesitan para andar por la vida. Y después de leer la añoranza final a Putin, los progres llegan a la tribuna de Henri-Levy y les estalla la cabeza.

El Régimen nos quiere votantes y contribuyentes

La reforma fiscal enciende de ira a muchos columnistas. Ignacio Camacho (ABC) llama al castigo en las urnas al partido que sube los impuestos.

En España te cobran hasta un tributo por morirte; se lo cobran a tus herederos porque tú ya no lo puedes pagar. Así que no trates de adivinar ahora si esta reforma fiscal que anuncia el Gobierno te va aliviar la carga con la que penas en tu empresa o en tu empleo, esos cinco meses al año (de media) que trabajas para el Estado.

Para la Administración, para las diferentes y excesivas administraciones que regulan tu vida y tú trabajo, tú eres ante todo una máquina de pagar. Antes que un ciudadano representas un contribuyente, un tipo que sostiene un tinglado en el que nunca nadie te pregunta si estás cómodo. Pero mira, a los políticos sólo les interesan de ti dos cosas: tu voto y tu dinero. Y sólo conseguirás que te respeten cuando aprendas a utilizar el uno para defender el otro.

Y recuerda que sólo hay un momento en que la política te respeta y te teme: ese día en que tienes un cheque en una mano y un voto en la otra.

Jiménez Losantos (El Mundo) no desaprovecha para exponer su opinión sobre la fiscalidad: los impuestos directos (IRPF, Sucesiones) son un robo y sólo aprueba los indirectos (IVA, combustibles, tabaco…).

En lo fiscal soy también amigo de las cosas claras: creo que todos los impuestos directos son un robo, que el de Patrimonio es un doble robo y el de Sucesiones un robo a los vivos y a los muertos. Los impuestos indirectos permiten controlar mejor lo que uno gasta y con ellos puede sacar el Estado de sobra para lo que necesita, sin tener que recurrir a la inquisición fiscal. O sea, que creo en lo contrario que el Gobierno del PP, que ha subido los impuestos más de lo que quería IU. Por eso veía bien el informe de los expertos para la reforma fiscal. Como en el Tribunal de Estrasburgo para soltar etarras, Rajoy podía escudarse en los técnicos para hacer las reformas que venía rechazando. Nada de nada. Montoro sólo quería jugar al tiquitaca fiscal, lejos del área. Mantiene el umbral recaudatorio del 37% del PIB, así que todo queda en cambiar de lugares de presión -IRPF, IVA- y, al final, ni eso. Dice que no tiene que aplicar el plan en su conjunto. ¿Y para qué tanto anunciarlo? Temo que sólo para quitar el impuesto de Sucesiones a Madrid y las autonomías austeras.

En cambio Joaquín Estefanía (El País) se declara partidario de suprimir las exenciones fiscales, aunque reconoce que el Estado Autonómico fomenta la competencia entre las tres Administraciones. ¿Un centralista vergonzante?

Que quien más tiene y más gana no es quien más paga no se debe solo al fraude fiscal. Está causado también por los intersticios del sistema en forma de bonificaciones, deducciones, vías de elusión legales, etcétera, existentes después de un parcheo continuo e incoherente de los gravámenes, en una vorágine normativa en la que han entrado las tres administraciones que tienen competencias impositivas: la central, la autonómica y la municipal. Según el informe citado, en los Presupuestos de 2014 las exenciones al IRPF, IVA y Sociedades superan los 35.000 millones de euros.

Artur Mas se pasa a la izquierda

Sinceramente, nos vienen tales mensajes, fotos y declaraciones de Cataluña que uno piensa, sin querer echar leña al fuego, que algunos están para atar.

Martín Prieto (La Razón) se burla de los pujos imperialistas del catalanismo.

la muy minoritaria Asamblea Nacional Catalana reclama como guinda del pastel Alger (o Algerj), enclave al noreste de Córcega poblado por descendientes de una emigración bajo la Corona de Aragón y que siguen hablando catalán antiguo. En Alger ya hay un «Hotel Catalonya» y un puerto pesquero de aguas profundas que podría convertirse en base aeronaval para ejercer la hegemonía de la Gran Cataluña sobre el Mediterráneo occidental, y remedar la baladronada de Roger de Lauria de que ni los peces se atreven a salir del agua si no llevan en sus lomos la estelada. Se comprende que el Gobierno espere y baraje, porque, este proyecto nacional ¿es una alucinación colectiva, o los émulos sobrevenidos de Maciá y Companys lo toman en serio?

Jordi Barbeta, uno de los columnistas que en La Vanguardia promueven el referéndum y es incondicional de Artur Mas, explica que éste, después de su discruso en la convención de CiU, ya no es de derechas, sino rojo. ¿Como Zapatero?

[Artur Mas] añadió: «La economía de mercado (…) no busca ni garantiza la equidad. La equidad sólo la puede asegurar una sociedad concienciada, movilizada, consciente de sus derechos y sus deberes y un poder público fuerte».

Y enuncia una gran verdad.

Artur Mas no ha destacado nunca como ideólogo ni como estratega.

Mas se convirtió al soberanismo tras concluir que el problema que tenía planteado no tenía otra solución. Ahora, camino de Ítaca, ha vuelto a caer del caballo. Era de derechas y la realidad le ha convencido en dejar de serlo. Tiene un ápice de razón la derecha cuando le trata de antisistema, porque, en efectivamente, se ha rebelado.

Un antisistema que ha heredado cuentas de su papá en un paraíso fiscal. ¡Qué elementos tan peculiares genera Cataluña!

Al igual que otros millones de españoles, Isabel San Sebastián (ABC) no aguanta más y reclama a Rajoy que ponga fin a los delirios catalanistas.

Hace algunas semanas Rajoy anunció que tenía un plan para destinado a frenar esta escalada. ¿En qué consiste? ¿A qué está esperando para ponerlo en marcha? ¿No se da cuenta de que cada día que pasa, cada paso adelante que dan los secesionistas, cada nueva amenaza que sale de su boca, como la proferida ayer por el President al no descartar una proclamación unilateral de independencia, es una oportunidad perdida para la causa de la Ley y la democracia?

El tiempo se nos echa encima. Los sediciosos han llegado tan lejos en su ofensiva impune, que no retrocederán ante nada que no consiga asustarles de verdad. No frenarán esta deriva enloquecida a menos que vean peligrar su estatus, los privilegios de los que disfrutan o incluso su libertad. Rajoy no quiere castigar al conjunto de los catalanes con sanciones económicas; bien está. Pues que castigue entonces a los promotores de la sedición de manera ejemplar. Lo único que no puede hacer es nada..

San Sebastián tiene que leer la columna de Salvador Sostres (El Mundo), que administra valeriana. Nos cuenta que Mas ha enviado a Madrid a Carles Villarubí para templar gaitas.

Para conocer Cataluña, y para entenderla, es preciso seguir siempre el hilo de la trama. Vilarrubí ha sido siempre uno de los hombres del sector negocis convergente. Cuando hacía pareja recaudatoria con Jordi Pujol Ferrusola, todo se lo llevaban por delante. Ahora ayuda a Mas a buscar una salida. A cambio le han asegurado que sería el candidato de CiU a la presidencia del Fútbol Club Barcelona, y le han metido en la junta directiva de Fira de Barcelona, bajo la promesa de hacerle presidente antes de fin de año.

Y añade que lo mejor que puede hacer Rajoy es seguir impertérrito.

La última escenificación de Mas, diciendo lo de las urnas y amagando con la movilización de los Mossos responde a un intento más bien desesperado de crear tensión y de intentar asustar a Rajoy para que ofrezca algo con lo que poder escapar del jardín en el que él solo se metió el día que confundió una manifestación con la voluntad de un país.

Mas y Homs llevan dos años haciendo un papel que no es el suyo, porque ni son independentistas ni quieren renunciar al gran negocio de pactar con España. Vieron la oportunidad de tener más poder a corto plazo y por ello convocaron aquellas elecciones anticipadas. Desde entonces se han dedicado a enredar por aquí y a enredar por allá para ver si recuperaban terreno, pero con Rajoy la habitual estrategia convergente no ha funcionado, y permanece inmóvil a la espera de desenmascarar a los farsantes.

Aguirre se olvida de la colonia de Gibraltar

El premio a la columna ridícula del día se lo disputan dos señoras en ABC.

Esperanza Aguirre titula su tribuna ‘Una española ante Inglaterra’, en la que nos explica el discurso que dio en la Cámara de los Comunes alabando el modo de ser británico y su sistema politico, y añade que también recomendo algo del modo español a sus anfitriones.

Pero allí, en la Cámara de los Comunes, también tuve la oportunidad de reivindicar la cultura y la manera de ser de los españoles, de las que me siento muy orgullosa. Y pude proclamar que, por su parte, algunas gotas de españolidad les podrían venir muy bien a los ingleses. Aunque suene a tópico, nuestra generosidad, nuestra hidalguía, nuestro idealismo quijotesco son virtudes típicamente españolas que tienen que seguir vigentes aquí, y en todas partes.

Ni una palabra sobre el incumplimiento por los británicos de sus obligaciones ante la ONU de descolonizar Gibraltar. Al titulo de su tribuna le falta añadir ‘Una española DE RODILLAS ante Inglaterra’. Ya sabemos que Aguirre no es María Pita.

Y Pilar Cernuda, que nos cuenta lo inocentísimo que es José Blanco en el Caso Campeón. ¿Es esto solidaridad entre gallegos, Pilar? ¡Cómo les gusta a algunos periodistas ser cortesanos de los políticos!

No hizo José Blanco ningún proyecto de futuro hasta conocer el resultado del caso Campeón; estaba convencido de que los jueces y fiscales no iban encontrar ninguna prueba de delito porque no lo había cometido, pero le preocupaba la llamada que había hecho a un munícipe catalán interesándose por un caso que afectaba a un amigo suyo. Llamadas similares a las que se producen todos los días, en todas las instancias y en todos los lugares de España, pero que, por politización y presiones mediáticas, podría convertirse en delito de tráfico de influencias.

Escoja usted, querido lector, la que prefiera.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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