Pablo Iglesias e Irene Montero, los dos mandamases de Podemos en este crítico momento, salieron a defender su honor herido este lunes 6 de febrero de 2017, tras haber sido apuñalados por otro de los socios fundadores del partido, Luis Alegre. «En Podemos no va a quedar ni el apuntador»
El filósofo y profesor de la Complutense se quedó la mar de a gusto en un artículo publicado en eldiario.es, cargando contra «la camarilla» que Iglesias tiene alrededor y que acabarán con él antes de que el secretario general llegue a darse cuenta. Irene Montero, mano derecha del líder en este momento y pareja sentimental, es la señalada por todo el errejonismo.
Pablo Iglesias participó en el programa de Javier Ruiz, Las mañanas de Cuatro, mientras que Irene Montero lo hizo con Carlos Alsina en ‘Más de uno’ de Onda Cero, con idéntico mensaje a transmitir en el que apenas cambiaron un par de palabras:
Siento lástima por Luis Alegre, es uno de los filósofos más brillantes de nuestro país y lamento que se hable de él porque insulte de una manera tan vil a compañeros y no por su trabajo. Y no voy a hacer absolutamente ningún comentario, soy el secretario general de Podemos y estoy orgulloso de mi equipo y de todas las personas que forman parte de Podemos.
Entrevistada por Carlos Alsina, la ‘primera dama’ de Podemos ejecutó prácticamente el mismo discurso que su líder:
Ayer sentí muchísima pena cuando lo leí, pero no voy a hacer ningún comentario al respecto. Solo espero que la próxima vez que Luis Alegre abra los telediarios sea porque es uno de los filósofos más importantes de este país y no por decir este tipo de barbaridades.
EL BOFETÓN ESCRITO DE LUIS ALEGRE, ‘EL TRAIDOR’
El texto de Luis Alegre ha sido con total seguridad lo más brutal que se ha podido ver en los medios desde que comenzara la guerra podemita, y eso que ha habido muchos ataques cruzados y durante muchos meses:
El actual equipo de Pablo Iglesias (que no conserva ya ni a una sola de las personas que le hemos acompañado desde el principio) entró en Podemos con un objetivo que sólo podía conducir a la destrucción del proyecto. Entraron tarde y entraron mal, con la intención de excluir a todos los que no formaran parte de su pandilla. No son más de 4 ó 5 personas, pero suficientes para dar al traste con todo.
La estrategia que han seguido es tan simple como eficaz: en primer lugar, acusar de «errejonista» a cualquiera que no fuera de su estrecho círculo de confianza (que venía ya prefabricado desde fuera); en segundo lugar, defender que todos los errejonistas deben estar fuera de Podemos. La conclusión inevitable de esto es que todo el mundo, menos ellos, debe quedar fuera de Podemos.