Esta vez, si han hecho honor a su nombre.
Porque con la socialista Leire Díez ha quedado patente que todo lo que sale de Ferraz, de La Moncloa y de la fábrica de mango del PSOE es mentira.
El plató de ‘Todo es mentira’ se convirtió ayer en el escenario del esperado debut televisivo de Leire Díez, la sicaria socialista bautizada en los medios como «fontanera del PSOE».
Lo que prometía ser una oportunidad para aclarar su situación acabó convirtiéndose en un interrogatorio implacable donde la protagonista quedó arrinconada por sus propias contradicciones.
Después de la caótica mañana en el Hotel Novotel de Madrid, primero con declaración ‘institucional’ y sin aceptar preguntas para intentar justificarse y después con el tremendo lío tras emerger desde el público Víctor de Aldama, la socialista de moda se fue a Cuatro para ser entrevistada por el siempre incisivo Risto Mejide.
Un cara a cara sin concesiones
Risto no dio tregua a su invitada desde el primer momento.
El presentador, fiel a su estilo directo, confrontó a Leire Díez con los polémicos audios que la sitúan en el epicentro de una supuesta trama para obtener información comprometida sobre un jefe de la UCO. «Leire, por favor, estás pidiendo información de Balas a cambio de un acuerdo con abogacía del Estado y Fiscalía», le espetó el presentador cuando ella intentaba justificar su posición, a lo que añadió: «¿Por qué necesitas a Balas?».
La tensión fue escalando cuando Mejide calificó la situación como «una negociación de aquí a Lima», desarmando el intento de Díez de presentar los hechos como una simple conversación. La exmilitante socialista, visiblemente incómoda, insistió en que «no era una negociación», aunque los audios reproducidos en el programa parecían indicar lo contrario.
Una de las curiosidades más llamativas de la entrevista fue el momento en que Leire Díez confesó haber tenido «la sensación de que nos estaban grabando» durante la conversación que se escucha en los audios, añadiendo: «esto se va a filtrar». Esta premonición, que finalmente se cumplió, no impidió que continuara con la conversación comprometedora.

«Falsa y soberbia»: el duro ataque de Ana Oramas
El momento más tenso de la entrevista llegó cuando la exdiputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, presente en el plató, lanzó un demoledor ataque contra Díez. «Falsa, soberbia, ‘frivolona’ y con cierta impunidad a creerse impune», le espetó directamente a la cara, tras felicitar a Risto por la pulcritud en el tratamiento de la entrevista.
Oramas no se detuvo ahí y añadió: «Quiere vender que viene a investigar las cloacas, y con las cosas que tú has logrado, creo que has ratificado que formas parte de las cloacas». Un duro golpe que la invitada encajó sin poder articular una defensa convincente.
El libro fantasma y su llegada a Correos
Otro de los momentos más comentados fue cuando Risto Mejide preguntó a Díez por el supuesto libro que está escribiendo, motivo que ella alega para justificar sus «investigaciones». Aunque aseguró tener ya editorial y el «esqueleto» del mismo, se negó a revelar detalles cuando el presentador la invitó a aprovechar la audiencia para promocionarlo: «Hagamos una campaña del libro, aprovéchate que hay mucha gente viéndonos».
La invitada afirmó que el libro estaría listo para «el último trimestre de 2025», justificando el retraso en que no es capaz de «sentarse dos horas a escribir después de todo lo sucedido». Un dato curioso es que Díez definió su trabajo como «periodismo de investigación», a pesar de no tener formación periodística conocida.
La exmilitante socialista también quedó en evidencia cuando Ana Oramas la interrogó sobre cómo consiguió su puesto en Correos. Díez se trabó notablemente al intentar explicar el proceso: «Entré como jefa de área de Relaciones Institucionales. Había una convocatoria pública pero es verdad que el presidente me conocía de mis labores anteriores…». Tras varios intentos de justificar su contratación mencionando «un proceso de selección», Oramas sentenció con ironía: «Ah, ¿sí? O sea, que vamos a encontrarnos con otro problema con el resto de gente que se presentó, ¿no?».
El enfrentamiento con Víctor de Aldama
Durante la entrevista, también se abordó el tenso momento vivido tras la rueda de prensa de Díez, cuando el comisionista Víctor de Aldama se acercó para encararla mientras afirmaba que «está mintiendo a todos los españoles» y la calificaba de «sinvergüenza».
Leire Díez negó conocer a Aldama: «A Aldama no le conozco, es la primera vez que le he visto en mi vida», y aseguró no haberle amenazado nunca, como él sostiene. «Si no llega a estar Javier a separarlo no sé qué pasa ahí porque hubo un momento que le tuve encima, encima es encima», relató sobre el incidente, refiriéndose a la intervención de Javier Pérez Dolset para alejar a Aldama.
Contradicciones y revelaciones sorprendentes
Entre las revelaciones más sorprendentes de la entrevista, Leire Díez admitió haber entregado «información de otras causas que no tenían que ver con el PSOE» en el pendrive que proporcionó a Santos Cerdán, respondiendo con un desafiante «¿Y qué pasa?» cuando fue cuestionada al respecto.
También negó haber tenido responsabilidad en la gestión del voto por correo durante las últimas elecciones generales, a pesar de haberse congratulado públicamente por esta labor en redes sociales. Ante esta contradicción, se limitó a decir que en Correos «es como una familia» donde los éxitos «se celebraban en común».
Un dato curioso es que Díez acudió al programa acompañada por el empresario Javier Pérez Dolset, imputado en la Audiencia Nacional, quien la ha defendido públicamente tras el incidente con Aldama. Risto Mejide aclaró que ninguno de los dos había cobrado por su participación en el programa.
La militancia en entredicho
Durante toda la entrevista, Leire Díez insistió en que ya no pertenece al PSOE, confirmando que solicitó la baja voluntaria del partido. Este hecho contrasta con las palabras de Aldama, quien señaló que «a Ábalos lo expulsaron del partido y a esta señora le abren un expediente», sugiriendo un trato de favor hacia Díez.
La entrevista dejó en evidencia las numerosas contradicciones en el relato de la «fontanera», quien intentó sin éxito presentarse como una investigadora independiente, mientras Risto Mejide la acorralaba con sus propias palabras grabadas en los polémicos audios.
El programa de Cuatro logró así la entrevista más buscada del momento, dejando a los espectadores con la sensación de haber presenciado cómo se desmoronaba, en directo, la defensa de una de las figuras más controvertidas de la actualidad política española.

