Se les acaba el tiempo y por eso, Pedro Sánchez se lanza a tumba abierta contra la separación de poderes en España.
las órdenes que ha recibido el sumiso Bolaños son tajantes. «¡A por todos y ya!«.
La actualidad política española vive días de vértigo.
El marido de Begoña pisa el acelerador, no para iniciar nuevas políticas sociales o económicas, sino para desplegar una ofensiva sin precedentes contra la arquitectura judicial del Estado.
El objetivo es claro: blindarse, a marchas forzadas, frente a una cascada de investigaciones por corrupción que no deja de crecer y amenaza con hundir al PSOE y al propio Gobierno Frankenstein.
Esta semana, la temperatura en La Moncloa ha subido varios grados.
Los movimientos del Ejecutivo recuerdan a esos partidos de ajedrez en los que el rey, rodeado por todas partes, intenta ganar tiempo sacrificando piezas y moviendo peones desesperadamente.
La diferencia es que aquí las piezas sacrificadas son instituciones clave del Estado y la separación de poderes.
⚠️A ver si así se entiende:
📑Si la Ley #Bolaños ya estuviera en vigor, la #UCO dependería de la Fiscalía…
❌¿Resultado? Jamás habría existido un informe sobre Santos #Cerdán.
🪳¡Quieren parasitarlo TODO!
💚#YoConLaUCO🇪🇸 pic.twitter.com/bb8kXJQ3Nu
— Antonio🇪🇸 (@AntonioGuillenH) June 12, 2025
El plan de Sánchez: doble reforma para controlar la Justicia
En el epicentro de este terremoto está la llamada «doble reforma» del sistema judicial. Por un lado, se prepara una inyección masiva de jueces y fiscales seleccionados al margen de los tradicionales criterios objetivos y meritocráticos; por otro, se busca desplazar a los jueces instructores —auténticos guardianes de la legalidad— para entregar la instrucción penal a una Fiscalía bajo sospecha, justo después del procesamiento del fiscal general García Ortiz.
Esta maniobra no ha pasado desapercibida. Las asociaciones judiciales denuncian que se trata del mayor intento de colonización ideológica del Poder Judicial en décadas. La respuesta no se ha hecho esperar: huelga indefinida en ciernes entre jueces y fiscales, declaraciones institucionales incendiarias y llamadas desesperadas a Bruselas para frenar lo que muchos describen ya como un «asalto» a la independencia judicial.
Como guinda del pastel, todo este proceso se produce mientras afloran nuevos escándalos que afectan directamente al entorno personal y político del presidente: desde las causas abiertas contra su esposa, Begoña Gómez, hasta las investigaciones sobre su hermano y otros altos cargos socialistas. El caso Mediador y el reciente informe demoledor de la Guardia Civil sobre Santos Cerdán han terminado por dinamitar cualquier atisbo de calma institucional.
Socios inquietos y facturas políticas: PNV, Junts y Sumar suben el listón
Si algo caracteriza esta legislatura es la fragilidad parlamentaria. Sánchez depende del apoyo —siempre condicional— de sus socios nacionalistas e independentistas. Pero ahora, con el hedor a corrupción impregnándolo todo, el precio por sostenerle no deja de subir.
- El PNV, tradicional sostén del PSOE en los momentos críticos, ha cambiado el tono. Su portavoz Aitor Esteban exige explicaciones «más convincentes» tras calificar las palabras del presidente como «insuficientes», y pone en duda que Sánchez no estuviera al tanto de los manejos investigados.
- Junts exige reuniones urgentes para reconsiderar apoyos, mientras ERC advierte que «no apoyará a nadie con las manos manchadas de corrupción». Incluso Bildu pide resetear la legislatura ante el clima irrespirable.
- Por su parte, Sumar ha elevado sus demandas políticas y exige un «reseteo» institucional si Sánchez quiere mantenerles a bordo.
En los pasillos del Congreso resuenan ya las palabras «adelanto electoral», aunque Ferraz se empeña en negarlo por activa y por pasiva.
El marido de Begoña Gómez y la sombra del «cueste lo que cueste»
Mientras tanto, los focos siguen apuntando a Begoña Gómez, esposa del presidente. Las pesquisas sobre sus actividades profesionales han salpicado directamente a La Moncloa. Según voces cercanas al Gobierno —en tono entre resignado e irónico— «el marido está dispuesto a pagar lo que sea» para mantener la legislatura a flote. ¿Subasta política? ¿Mercadeo institucional? En todo caso, una imagen nada edificante para un Ejecutivo que llegó prometiendo transparencia total.
Los socios lo saben y no dudan en aprovechar su momento dorado para sacar rédito: transferencias autonómicas exprés, concesiones lingüísticas o guiños legislativos están sobre la mesa… siempre supeditados a nuevas «contrapartidas».
Reacciones encendidas: oposición alerta y opinión pública perpleja
La reacción opositora no se ha hecho esperar. Desde el PP, Alberto Núñez Feijóo acusa abiertamente a Sánchez de querer destruir la Justicia y ser «un verdadero peligro para la democracia». Vox insiste en promover una moción de censura inmediata, mientras otros partidos reclaman elecciones anticipadas ante lo que consideran un deterioro institucional sin precedentes.
En paralelo, medios internacionales han comenzado a hacerse eco de los informes policiales sobre presuntas redes corruptas dentro del PSOE —con nombres tan relevantes como Ábalos o Santos Cerdán implicados— lo que añade presión extra sobre el Ejecutivo.
El espejo retrovisor: cuando el PSOE clamaba contra “los chorizos”
No faltan quienes recuerdan ahora aquellos lemas coreados por Podemos o Sumar durante el 15M —»No hay pan para tanto chorizo», «Dimitir no es un nombre ruso»— para subrayar el silencio actual ante las investigaciones judiciales que afectan al propio Gobierno. Una ironía política digna de estudio sociológico.
Curiosidades y datos llamativos
- El informe de la Guardia Civil revela amaños incluso en las primarias internas del PSOE de 2014, aunque Sánchez insiste en haber ganado «con 17.000 votos de diferencia».
- La comparecencia pública más reciente del presidente tuvo lugar en Ferraz tras siete años sin pisar esa sala; allí pidió perdón públicamente e inició una auditoría externa… pero descartó elecciones anticipadas.
- Santos Cerdán declarará ante el Supremo el próximo 25 de junio; se esperan nuevas imputaciones y ramificaciones políticas en las próximas semanas.
- El PNV se muestra más escéptico que nunca tras años siendo el socio más fiable; Junts exige reuniones urgentes y hasta Bildu reclama un reinicio total.
Mientras tanto, los españoles asisten entre incrédulos y resignados al espectáculo político-jurídico más trepidante (y preocupante) desde hace décadas. ¿Habrá giro inesperado? En España nunca digas nunca.
