El detalle es ‘feo‘. Saldrán en tropel los listos de siempre diciendo que es lo justo y que la institución debe preservarse a toda costa, pero la familia es la familia, y hay que pechar con lo que te toca.
El rey Felipe VI, acompañado de su esposa la reina doña Letizia y sus dos hijas, las infantas Leonor y Sofía, acudieron a visitar al rey emérito don Juan Carlos en la tarde de este 27 de agosto de 2019.
Y aquí viene el asunto: La Familia Real llegó al Hospital Quirón de Pozuelo de Alarcón (Madrid) escasos minutos después de que la hermana del rey, la infanta Cristina, abandonara el centro hospitalario.
¿Casualidad?. Podría ser. Sin embargo, cualquiera diría, a primera vista, que estaba todo cronometrado.
La infanta Cristina, que la víspera ya había estado con los hijos que tiene con Iñaki Urdangarín -encerrado en la cárcel-, ha llegado sola al hospital donde ha permanecido unos 45 minutos y, a su salida, se ha limitado a decir que su padre se encontraba ya mucho mejor.
Una versión que corroboraba antes doña Sofía, quien ha dicho que el rey está “estupendo” y “con ganas de volver a casa”.
“Hemos comido con él. Está bien, estupendo”, según la reina, quien ha añadido, al ser preguntada por cómo lleva la dieta blanda tras la operación, que “ya come de todo”.
“Filetes y todo”.
Asimismo, ha desvelado que Don Juan Carlos ya es capaz de dar unos pasos por la habitación y se ha mostrado convencida de que no tardará en recibir el alta, aunque ha considerado que “todavía es pronto” para ello.
Según el último parte médico, don Juan Carlos ha abandonado la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y ha sido trasladado a planta, donde su evolución “sigue siendo satisfactoria”.