OPINIÓN / Isabel Durán

Caso Bretón: estremecedora confirmación del maltrato

Caso Bretón: estremecedora confirmación del maltrato
Ruth Ortiz . EFE

El silencio, el profundo dolor contenido expresado en el rictus de Ruth Ortiz estremece en lo más profundo de las entrañas a cualquier persona. Debo añadir que si se es mujer y madre, como es mi caso, ese desgarro se transforma en angustia y solidaridad hasta el tuétano. El informe policial ahora hecho público pone los pelos de punta.

«En la calle soy un mierda, pero en mi casa mando yo» insistía José Bretón a los policías. Sus vomitivas declaraciones confirman el infierno que ha pasado Ruth sin jamás denunciarlo. Hasta el punto de vanagloriarse el mal nacido de Bretón ante los agentes de un repugnante y continuado delito impreso en su adn vital: «soy el que paga y aquí se folla todos los días, tanto si ella quiere como si no». Les ahorro otro tipo de detalles vejatorios, denigrantes y escabrosos.

Tan solo pretendo dejar constancia de que Bretón puede ser condenado frente a quienes aseguran que este indeseable quedará en libertad en el juicio ante la falta de pruebas por la desaparición de sus hijos Ruth y José. Aún a fuer de equivocarme por no ser jurista, considero que estamos ante un delincuente confeso de malos tratos que se ha pavoneado de ellos sin el menor pudor.

Espero que la palmaria comisión de terrorismo doméstico, a pesar del desgraciado silencio de una de sus víctimas, le mantenga entre rejas y apartado de la sociedad por muchos años aunque no se le puedan imputar legalmente el resto de los crímenes.

Tanta frivolidad mediática ante los malos tratos, como en el caso de Violeta Santander la cual negaba el denigrante maltrato aún con condena judicial ha causado un profundo daño a la terrible realidad que subyace en el seno de muchos hogares en España.

En lo que va de año son ya 16 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas y ninguna de ellas había denunciado a sus verdugos. Ruth Ortiz tampoco. En su caso el torturador le ha dado donde más le dolía. Debe hacerse justicia e incluirse la acusación de maltrato. El silencio de Ruth, es el símbolo de la mudez de no sabemos cuántas mujeres y duele en el alma.

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Autor

Isabel Durán

Isabel Durán Doussinague es periodista, escritora, analista y conferenciante. Dirige una Asesoría de Comunicación, especializada en Estrategia, Posicionamiento, Speaker y Cursos de Portavoces.

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