CRIMEN Y CASTIGO

Rodrigo Rato ingresa en la cárcel de Soto del Real y pide ‘perdón a la sociedad’ desde la puerta

Durante la gestión en Bankia del exvicepresidente se gastaron sin control unos tres millones de euros con las tarjetas

Rodrigo Rato ingresa en la cárcel de Soto del Real y pide 'perdón a la sociedad' desde la puerta
Rato ingresando en la cárcel de Soto del Real. EP

El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato ha pedido este 25 DE OCTUBRE DE 2018 públicamente perdón minutos antes de ingresar en la madrileña cárcel de Soto del Real para cumplir su condena de cuatro años y medio de prisión por el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrid.

«Pido perdón a la sociedad y las personas que se hayan podido sentir decepcionadas o afectadas», ha asegurado Rato respecto a su gestión al frente de Caja Madrid y, más tarde, de Bankia, y ha explicado que acepta sus obligaciones con la sociedad, en alusión a la pena confirmada hace tres semanas por el Tribunal Supremo.

El también ex director gerente del FMI ha explicado que acepta sus «obligaciones» con la sociedad, en alusión a la pena de cárcel confirmada hace tres semanas por el Tribunal Supremo. Además, ha aprovechado su última intervención antes de entrar en Soto del Real para agradecer en su nombre y en el de su familia «el apoyo de todos los amigos y familiares en los últimos días».

El ingreso de Rato se produce después de que la Audiencia Nacional desatendiera su escrito de suspensión al considerar que el Tribunal Constitucional es el órgano competente para decidir si lo excarcela o mantiene en prisión hasta que resuelva el amparo que presentará antes de finales de noviembre.

Rato tenía como fecha límite las doce de la noche para su entrada en prisión, después de que la Audiencia Nacional rechazara suspender su ingreso mientras tramitaba un recurso al Constitucional.

El exministro ha elegido esta prisión de la sierra de Madrid para favorecer sus futuros desplazamientos a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid), donde el 26 de noviembre comienza el juicio por la salida a Bolsa de Bankia.

Construido en 1995, el centro penitenciario de Soto del Real es el mayor de la Comunidad de Madrid, ya que cuenta con 1.008 celdas y 174 complementarias; en él están ingresados algunos conocidos de Rato como el extesorero del PP Luis Bárcenas o el ex secretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga, condenado a tres años y dos meses también por las tarjetas black.
Un entramado sin control

Durante la presidencia de Rato, entre 2010 y 2012 el entramado de las tarjetas black -repartidas entre directivos fuera del circuito legal, opacas a Hacienda y sin control en la entidad- supuso un agujero de 2,6 millones de euros para las cuentas de Bankia, luego nacionalizada.

Según la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso, en la que rechazó su recurso, los implicados disponían «a su antojo» del dinero de la entidad. El sistema se originó en 1988, que luego Miguel Blesa, su predecesor, y el propio Rato «mantuvieron y ampliaron», «actuando como si fueran dueños del dinero».

Gastó casi 100.000 euros

Rodrigo Rato gastó 99.054,59 euros con su plástico, según se plasmaba en un volcado bruto de datos, el famoso ‘Excel’, que Bankia aportó durante la investigación. Rato, que tiene pendientes casos por la salida a bolsa de la entidad y por supuesto fraude fiscal, retiró 16.000 euros de cajeros, gastó 3.600 euros en alcohol, unos 2.200 en discotecas y clubs, así como 2.500 en arte. Asimismo, en su tarjeta figuraba un gasto de 33,22 euros en un establecimiento de Mercadona.

El expresidente de la entidad devolvió las cantidades gastadas, pero la justicia rechazó cualquier atenuante al entender que fue una pieza clave del entramado y su responsabilidad va más allá de los gastos que realizó con su tarjeta, al entender que entregó tarjetas que provocaron un mayor quebranto.

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