Al juez Andreu le pudiera pasar, y no faltaría quien pensara que le estaría muy bien empleado, que en un viaje por el Índico-los magistrados de la Audiencia salen muy trotamundos- los piratas somalíes que ha ordenado liberar “por imperativo legal” le secuestraran a él. La cosa de que le tocara la china ya se que es harto difícil pero es muy fácilmente pronosticable que, caso de cumplirse su mandato, los piratas somalíes por el liberados a alguien no tardarán en secuestrar . Seguro. Máxime si comprueban que sus delitos se quedan impunes y que los mismos soldados que los capturaron los deben dejar cuidadosamente en sus bases para que puedan seguir a lo suyo.
Los jueces de la Audiencia Nacional, un día Garzón pidiendo pruebas de la muerte de Franco, el otro el Pedraz queriendo juzgar a tres ministros chinos y ahora este cogiéndosela con papel de fumar y aferrándose a cualquier abstruso articulado para interpretado a su manera ordenar semejante estupidez, sólo tienen un calificativo perfectamente ajustado a su actitud en el vocabulario popular por mucho de que emplearlo lo lleve a uno al borde del desacato o de lo que sea: están haciendo simple y llanamente el gilipollas. Porque por muy magistrados que sean estas astracanadas no tienen mejor definición que gilipollez supina. Y lo de supina entiéndase como agravante porque ostenta avales de sesudos dictámentes , pretensiones de sabiduría y alardes de iluminación justiciera. O sea mucho peor, engolada y con balcones a la calle, esta gilipollez ilustrada que las que cometemos otros pobres mortales cada día . Pero nosotros sin “considerandos”.
Lo del juez libertador de piratas y el nuevo berenjenal en que andan metidos el ministerio de Defensa y el de Exteriores por el asunto contribuirá además de manera notabilísima al incremento de nuestro pletórico prestigio internacional. De eso no tengo la menor duda. Como tampoco la tengo que la moral de jefes, oficiales y soldados del buque “Marqués de la Ensenada” ha de ser de extraordinario ánimo y aliento en la defensa de su cometido. Vamos que la cara que se les puede poner si al final se ven obligados a soltar a los piratas capturados en Somalia va a ser de una incontenible alegría. La carcajada completa llegara completa cuando se encentren nuestros infantes de marina con compañeros de armas y expedición de otras banderas, por ejemplo los americanos, o los franceses o los holandeses . De no saber donde meterse ni querer bajar a puerto siquiera.
El soldadito español, de general a tropa, no se merece por lo que le están haciendo pasar. No se merecen a Chacón, que empezó a liar el asunto, ni a Moratinos que siguió enredando la madeja ni al juez Andreu que se lanzó enfebrecido a completar el roto y el descosido . Ya que se juegan por aquellas aguas el pellejo que al menos les tengan todos un mínimo de respeto. Es lo menos que pueden pedir los hombres. Y las mujeres, que me imagino que también las habrá en el “Marques de la Ensenada” . Unos y otras, sin distinción ni matiz en este caso por cuestión de genero puede que , si es que se han enterado, hayan utilizado unánimemente la contundente y clásica expresión para calificar el entuerto y a los entuertadores. Una gilipollez y una sarta de gilipollas.
P.D. Última hora: el juez ha tenido un arrebato de sentido común y permite que los piratas sean entregados a Kenia. Nos hemos ahorrado un ridículo internacional que hubiera sido provocado el hazmereir del mundo entero. Menos mal…pero vaya sainete.
