Este jueves, 20 de febrero de 2014, Jorge M. Reverte escribe en El País una columna titulada ‘Confidentes’ en la que arranca diciendo:
Formo parte de una generación rara. No me refiero a que escuchara a los Beatles o a que participara en la lucha contra el franquismo, sino a algo aparentemente más zafio: desde 1977 entré a formar parte de un amplio círculo social que se mostraba partidario de pagar a Hacienda.
Añade que:
Flaquea el patriotismo fiscal. Pero viene algún rayo de esperanza, que se basa en las peticiones de los inspectores para que haya más transparencia y medios contra el fraude
Y concluye:
Pregunta: ¿a los confidentes de Hacienda se les pagaría con o sin IVA?