Los nacionalismos son sencillotes

El truco del nacionalismo consiste en hacer pasar por fundamental a los ojos de sus feligreses lo que es accesorio y que, por tanto, está destinado a que los vientos de la historia lo hagan desaparecer. El nacionalismo trata de retardar el proceso natural de las cosas. A los impulsores de los nacionalismos el hambre del mundo les importa poco, lo que les interesa a ellos es su poltrona y para conseguirla o mantenerla necesitan embaucar a las gentes.
Eduardo Punset es un hombre de una gran inteligencia y además tiene mucha curiosidad por las cosas que realmente interesan. Se refirió al nacionalismo, y yo me hice eco. Alguien, que se identifica como vailetcatala dijo: “¿Un Gobierno mundial? Eso es utopía. ¿Quien gobernará? Angela Merkel, Barack Obama, Nicolás Sarkozy? ¿Zhōnghuá Rénmín? ¿Tal vez Marianico el Rajao? Ya digo, una utopía… eduard, eso no puede ser y ademas es imposible.” Hubo un tiempo en que las personas tan inteligentes y volcadas hacia el bien común eran tratadas con respeto y consideración. Convengamos, por otra parte, en que el pensamiento de los sabios es difícil de seguir por los demás mortales. Otro comentarista, que se identifica como Sota de Bastos, refiriéndose a Punset, pontifica: “El Derechismo, enfermedad senil del comunismo.” Eso de catalogar como senil a una persona tan intelectualmente activa es algo decididamente injusto. Punset se había referido a los nacionalismos francés y alemán, y, por mi parte, yo había hablado del nacionalismo a secas. El razonamiento de Punset es obvio. No se puede llegar a un gobierno único mundial en tres días, pero conviene acelerar el proceso, no entorpecerlo. Hay que consolidar de una vez por todas la Unión Europea y fortalecer la ONU. Ramón Tamames ha propuesto una moneda mundial única, propuesta que es fácil colegir que va en la misma dirección.
No está de más tener en cuenta que una de las fotografías más celebradas y difundidas es aquella en la que Einstein saca la lengua. Sin embargo, muchos de quienes la celebran atienden extasiados a aquellos políticos que adoptan la gravedad asnal para tomar mejor el pelo a la gente.
‘El Palestino’
‘Poesía reunida’
‘Ese modo que colma’
‘La vida y poesía de Miguel Hernández contada a los niños’
‘Red de mentiras’
‘La esposa del Rey de las Curvas’
‘Los Borgia’
‘La ciudad desplazada’

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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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