El banco que estuvo a la altura de lo esperado

A los altos directivos de los bancos se les distingue inmediatamente cuando andan por la calle. Se les nota que son conscientes de su propia valía.
Pero hay otras personas que no son tan importantes, pero que hacen cosas de provecho. Hace poco, se reunió un grupo que había trabajado en un proyecto que consistía en analizar y evaluar la calidad del código que hacían los informáticos de un banco. Gracias a ese trabajo el banco de marras pudo evitar ciertos peligros derivados de la formación de bucles. El ahorro estimado para la entidad bancaria se cifra en 5000 millones de euros.
¿Cómo habrá retribuido el banco a estas personas que trabajaron tan eficientemente? Pues pagándoles lo menos posible, de acuerdo con las reglas del mercado.
Los bancos pagan salarios altísimos a los altos cargos, también siguiendo las reglas del mercado, porque en caso contrario esos altos cargos se irían a la competencia.
Estos directivos a los que se les paga tanto para que no se vayan a la competencia, en el libre desempeño de sus cargos trataron de que sus bancos ganaran más, y más, y más, y más, y más, de modo que incurrieron en grandes riesgos de modo infantil, pero era lo que tenían que hacer. Y lógicamente necesitaron de la ayuda del Estado, o sea, de los impuestos de los ciudadanos. Y la han tenido, faltaría más. Y sigue habiendo peligro de que esos directivos se vayan a la competencia, por tanto siguen cobrando mucho, mucho, mucho. Y para poder cobrar todo eso han aumentado considerablemente las comisiones que cobran a los clientes.
Y el gobierno de todos, lo comprende todo. Y no dice nada, porque las cosas son como son. Hay ciudadanos desahuciados, hay ciudadanos con el sueldo rebajado, hay ciudadanos temerosos de perder su empleo, hay ciudadanos que lo han perdido, hay ciudadanos desesperados, pero ningún banquero y ningún político está en la cárcel. Será porque no han cometido ningún delito.
Y los políticos, cuando abandonan sus cargos, suelen buscar acomodo en algún Consejo de Administración, y si puede ser con indemnizaciones millonarias en caso de despido. Los bancos siempre hacen lo que se espera de ellos.
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Vicente Torres

Vicente Torres es Coautor de '1978. El año en que España cambió de piel' y autor de 'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades' y 'Yo estoy loco', 'Diario de un escritor naíf', 'El Parotet y otros asuntos' y '2016. Año bisiesto'. He participado en los libros 'Tus colores son los míos', 'Enrique Senís-Oliver' y 'Palabras para Ashraf'.

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