El sensato y siempre acertado El Richal ha señalado el siguiente paralelismo en Twitter
«El Richal @Richal_101
Mi generación tuvo al Cojo Manteca.
Hoy tienen a Echenique.».
Aunque creo que el Cojo Manteca siempre fue un sintecho y Echenique presume de ser científico y ostenta un alto cargo, la furia destructiva de ambos es la misma y no me extrañaría que su capacidad cerebral fuera pareja.
El Cojo Manteca en nuestros días podría haber sido ministro, de Consumo o de cualquier cosa que se le hubiera ocurrido a quien manda en Podemos, cuyo rasgo distintivo es el moño y su furia destructiva no tiene nada que envidiar a los dos citados.
Hay una creencia generalizada, que se da también entre doctores en Filosofía, de que la vida consiste en sacarle partido a esto, o sea, en aprovechar las oportunidades, en triunfar en suma. Pero eso no puede ser así, puesto que las circunstancias pueden obligar a algunos, y de hecho así ocurre a menudo, a tomar decisiones que apartan del éxito. Si Ettore Mejorana hubiera vivido en otra época, quizá ahora fuera mucho más conocido.
La vida es una sucesión de circunstancias que pueden parecer buenas o malas y cada uno reacciona a ellas según la actitud adoptada, generalmente, en edades tempranas. Esa actitud puede cambiar a lo largo de la vida, pero no es frecuente que ocurra.
Algunos nacen con un chorro de voz y luego consiguen un éxito espectacular y son adorados por ingentes masas de público. Como consecuencia de ello, se vuelven locos. Aunque no todos, algunos conservan la sensatez, e incluso los hay que consiguen ser buenas personas.
Ocurre con cualquier otra habilidad excepcional. A otras personas les ocurre lo contrario. Están abocadas al fracaso ante las masas. Y unas reaccionan bien y consiguen, a pesar de todo, ser buenas personas y otras se hacen peores. Degeneran.
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