La resaca electoral deja un sabor dulce al Partido Popular. La victoria de los conservadores ha sido rotunda, pero ahora serán los pactos que pudieran darse en el Gobierno de Canarias, los dos Cabildos y en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife los que definan la cuota real de poder que puede alcanzar la formación presidida por José Manuel Soria. La única corporación fuera de discusión ha sido la de Las Palmas de Gran Canaria, en la que el PP, con Juan José Cardona, rompió la anterior mayoría absoluta del PSOE y logró 16 concejales.
El PP venció por primera en los comicios al Parlamento autonómico. La distorsión que generan los topes electorales hace que, a pesar de superar en cerca de 80.000 votos a Coalición Canaria, el número de escaños de la marca de la gaviota sea idéntico al de los nacionalistas. El PSOE se hunde, con sólo 15 parlamentarios, 11 menos que en 2007 e irrumpe en el hemiciclo Nueva Canarias, con tres actas.
Resulta evidente que a Soria le tocará la iniciativa de conformar Gobierno, aunque parece inevitable el entendimiento de CC con el PSOE. No obstante, de cómo quede al final el Ejecutivo regional va a depender en cierta medida la composición de otras administraciones en las que las mayorías absolutas han quedado fuera de carta y además propiciando varias combinaciones.
La noche electoral en los cabildos de Gran Canaria y Tenerife se vivió con mucha expectación. Ya entrada la madrugada quedaba sentenciado que el nacionalista Ricardo Melchior en la isla tinerfeña se quedaba a un consejero de no tener que buscar fórmulas alternativas para repetir en el cargo y lo mismo le sucedía a José Miguel Bravo de Laguna (PP), al que sólo le ha faltado un acta para recuperar con mayoría absoluta el Cabildo grancanario para el PP.
El morbo puede estar en ese pacto secreto denunciado en su momento por CC en el que se hablaba de una entente cordial entre Alarcó (PP) y Abreu (PSOE) para arrebatar a Melchior la poltrona en Tenerife. En la isla vecina, Bravo de Laguna podría pactar con los nacionalistas, aunque también se vislumbra un acuerdo a tres entre una derrota Carolina Darias (PSOE), con los representantes de Nueva Canarias y Coalición Canaria.
Y el lío fenomenal se va a dar si ningún género de dudas en las dos grandes ciudades de Tenerife. Coalición Canaria puede quedarse sin sus dos grandes bastiones. En la capital, reconocido por el propio Julio Pérez (PSOE), el candidato de CC, José Manuel Bermúdez, ya se puso en contacto con los socialistas para ver cómo se puede conformar gobierno, temeroso de quedarse cuatro años en la fría oposición. El vencedor en número de votos, pero empatado en actas con Coalición (9), ha sido el PP, con Cristina Tavío a la cabeza, que ha logrado un millar de votos más que los nacionalistas.
En San Cristóbal de La Laguna, durante gran parte de la noche, se perfilaba un pacto para derrocar a Coalición Canaria. La consolidación ‘en el tiempo de descuento’ de un acta para Alternativa Sí Se Puede podría echar al traste ese acuerdo entre PP, PSOE y Socialistas por Tenerife para quitarle la Alcaldía al nacionalista Fernando Clavijo.
