Aquí donde me tienen, que no dejo de quejarme de que vuesarcedes no son muy proclives a visitar este blog aunque solo sea para comprobar que aun estoy en este mundo, resulta que me confiesa uno de mis descendientes… Sí, un familiar de tercera generación. Verán, el tío… Lo de tío lo digo no en el sentido personal, de parentesco, porque si les hablo de un familiar de mi señoría de tercera generación y ahora traigo a colación a un tío, con añadir poco después a un cuñado, por ejemplo, esto va a parecer una escena familiar de esas que se sabe cómo empiezan pero nunca cómo acaban.  No. Verán. Es que charlaba anoche con uno de mis nietos y, hablando de política, me decía que ya es inminente lo de las próximas elecciones ´municipales´, porque en poco más de un año ya tendremos que votar. “¿Y a quién?”, me preguntaba él. Y le decía yo, en plan desopilante, que antes, cuando se compraban los votos esta cuestión era más fácil porque con vendérselos al partido que más diese, asunto resuelto.  Y le añadí: “A propósito de esto ya conoces, por mis chirigotas, las bobadas que tengo escritas sobre este tema porque -que recuerde ahora- hay una que la llamé algo así como “Para ganar elecciones / hay que dar más subvenciones”, y en otra ´reflexioné´  sobre la compra de votos, creo». Y va y me dice:“¿Ah, pero sigues escribiendo chirigotas, como antes?”.  “Puñetero niño, ¿es que no te enteras? Hombre, por favor…, claro que sigo escribiendo chirigotas. ¿O sea que ni los de mi propia familia sabéis que yo continúo escribiendo mis cuchufletas para solaz y alegría de mis lectores? Pues estamos bien…”.

En vista de esta ignorancia de mis actividades incluso por parte de algunos miembros de mi propia familia, he decidido enviar una invitación a todo el listado que tengo de e-direcciones o direcciones de e-mail, con los enlaces de unas cuantas de mis últimas actuaciones para que vuesarcedes no tengan más que cliquear en el link de ellas que les dé la gana y automáticamente tendrán en las pantallas de sus ordenadores el post que quieran ver.  Más fácil…  Así se las ponían a Fernando VII de Inglaterra, el rey FELÓN. Y es que hasta los más imbéciles de vuesarcedes saben que este monarca era muy aficionado a jugar al villar y lo hacía con o contra sus amigos y al parecer éstos procuraban que cuando a él le tocaba jugar, las bolas estuviesen situadas de forma que pudiera hacer fácilmente carambolas y buen juego, porque ciertamente si no, no daba ni una. Y es que, sin duda, los pelotilleros o aduladores súbditos debían estar a la que cayese. Sí, esto se repite siempre. Los inútiles tienden a agasajar a quienes están en el poder, con objeto de que los poderosos los premien.  Mi señoría desconoce qué estará ocurriendo en la actualidad a propósito de esta cuestión, es decir, de los aduladores y los adulados, pero a que si vuesarcedes conocen a algún personaje listo y con poder saben que indudablemente ha o tiene una serie de amigos que le jalean, le hacen la rosca y, entre col y col, pueden recibir algún tipo de recompensa inmerecida. Mi señoría, verbigracia, no sabe si, por ejemplo, el ´primum inter pares´ que podría ser, por ejemplo, el actual –y no sabemos hasta cuándo- Presidente del Gobierno ha o tiene individuos que le cortejan, que les ponen las bolas ad hoc para que luego él los distinga y que, aun siendo vulgares, los nombre ministros o cualquier otro alto cargo aunque sean tontos o les otorgue favores que les ensalcen de alguna forma. Insisto: mi señoría no sabe si el Jefe de Gobierno es víctima de esta corruptela, pero si lo fuera o lo fuese, ya está tardando en abandonarla. Otrosí digo del Jefe de la oposición. Y en cuanto a los lagoteros, basta decir que no se debe lagotear porque lagotear está muy feo. ¿O no?

17-09-2022.