Cajón de Sastre

Rufino Soriano Tena

Del viejo el consejo

Como vuesarcedes no nos hacen ni puñetero caso a los ancianos a la hora de actuar, mi señoría intenta averiguar por qué acontece este hecho. No es que uno vaya a encontrar toda la verdad acerca de este problema, porque reconoce sus limitaciones y sabe que los de mi quinta… ¿Ven? Si es que enseguida se advierte que uno está más “p´allá” que “p´acá” porque eso de ´mi quinta´ puede ser algo que el personal no entienda porque ya, por quinta, la mayoría de los ciudadanos entiende que es la que, ordenando las cosas, es decir, asignándole un ordinal a cada elemento de un conjunto tendríamos el primero, el segundo,… y el quinto, y la quinta sería el femenino del quinto, ¿de acuerdo? Pero eso de la feminidad era antes porque ahora, existiendo -como afortunadamente existe- el ministerio la Igualdad en España, la quinta también podría ser o sería lo que era el quinto, que haya ido al Registro Civil y haya manifestado que quiere cambiar de género, y ya está. No obstante, mi señoría, como es tan listo, sabe que para nosotros, los ancianos, la quinta puede ser también -y la Real Academia Española de la sin hueso, es decir, de la Lengua así lo proclama- la “acción y el efecto de quintar o el “reemplazo anual para el servicio militar” o el “conjunto de personas que nacieron en el mismo año” o… ¡Paren vuesarcedes el jaco! Llegado hemos, con la sabia tutela de la RAE, al significado que atribuido le había mi señoría en su decir de los doce o catorce renglones o líneas que anteceden a ésta, en esta chirigota que endilgándoles o facilitándoles estoy, como siempre, a vuesarcedes, ´gratis et amore´.

Dada mi avidez por el conocimiento de mi lengua vehicular, que no es ni la catalana, ni la vasca, ni la gallega, ni aun el castúo, no puedo seguir adelante sin aclarar el significado del verbo quintar, que reproducido he en la primera de mis citas de la RAE y que hasta este momento mi señoría desconocía. Y es que de las siete definiciones que se dan del susodicho verbo, la primera es “sacar por suerte uno de cada cinco” y la segunda, “sortear el destino de los mozos que han de hacer el servicio militar”. Sí, les aclaro lo que es, o mejor dicho, era eso del servicio militar. Antes, aunque había un Gobierno con menos ministerios que ahora, había un ejercito con más soldados de los que a la sazón hay –supongo-, porque entonces para mantener el orden público o guerrear se hacía todos los años, incluso los bisiestos, un llamamiento a filas a todos los veinteañeros, mejor dicho, cuando los ciudadanos cumplían 20 años… No, no se les daba nada. Ya sé que ahora, no a los veinte sino a los que cumplan dieciocho años en éste, quizá porque le sobre mucha pasta al erario público o por que se acercan fechas de elecciones les van a dar a cada uno un Bono Cultural Joven de 400 euros para que se los gasten en… No, hombre, no; en eso no. En opera, teatros, cine, museos, libros, prensa, conciertos, danza, música, películas, series online, videojuegos, etc.  Pero esto es ahora, en una España democrática ella, con un Gobierno de 22 ministros y su Jefe, es decir, en total 23 ínclitas e ínclitos damas y caballeros, elegidas y elegidos como las mejores y los mejores, las ´cualas´ y los cuales están dando el callo de qué manera. El Jefe, es decir, el ahora -y no sabemos hasta cuándo- Presidente no para de viajar y, oigan vuesarcedes, sabe inglés y todo, y mi señoría cree que tratará de tú por tú a los otros Presidentes de Gobierno de los distintos países de nuestro entorno y de otros entornos distintos del nuestro. Bueno, pero todo eso es ahora. Antes, a las españolas y a los españoles que cumplían dieciocho años no se les daba nada. Se esperaba a que los varones cumpliesen veinte, y entonces se les convocaba a todos -sí, a los varones de 20 tacos-, se les tallaba, es decir, se les medía su altura y, hablando en lenguaje médico, se les reconocía para ver cómo andaban de salud. Y si no alegaban ningún impedimento físico, se les consideraba útiles. Sí, sólo a los varones, porque  como entonces no había ministerio de Igualdad… Eso, a los veinte años. Y al cumplir los veintiuno, se sorteaban, o sea, que sabiendo cuántos se necesitaban en  los destacamentos militares de las distintas provincias -no eran autonomías, como ahora, no. Las autonomías se inventaron después- y cuántos para la guerra si la había, porque antes también había guerras (sí, antes también había guerras. Como la de ahora, en Ucrania; lo que ocurría es que no se solía asustar a los enemigos con la cosa esta de ´la atómica´. La guerra atómica. Y eso que la bomba atómica ya existía, porque tirado habían una en Hiroshima, pero, vamos, que nadie pensaba que se pudiera repetir la catástrofe aquella. Por eso, entonces hablábamos de guerras más convencionales, como aquellas en las que participaba Gila y eso). Pues según las necesidades, como dice mi señoría, se repartían los mozos o quintos que se llamaban. Y si había demasiados mozos de esa edad de 21 años y se necesitaban menos, la diferencia eran los excedentes de cupo, que esos no hacían la mili. Y los ricos que daban pasta en cantidad suficiente tampoco. Ah, y los hijos únicos de viuda pobre y los de padre sexagenario.

Y ahora resulta que del viejo de mi señoría- no se ha mostrado ningún consejo de peso y mientras la capacidad de lectura de vuesarcedes, los lectores, debe estar a punto de agotarse, así es que a ver si en la próxima chirigota cumple mi señoría lo que prometido tiene en el título de ésta, como debe ser. ¿O no?  

 

29-09-2022.

MARCAS

TODAS LAS OFERTAS DE TU MARCA FAVORITA

Encuentra las mejores ofertas online de tu marca favorita

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

Rufino Soriano Tena

Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de Granada y Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Comillas (ICADE) de Madrid

Lo más leído