Los comunidad internacional está atenta ante un nuevo peligro sanitario.
Los médicos de Vietnam desvelaron un descubrimiento inquietante: un individuo infestado con un parásito que se creía extinto.
Se trata del gusano de Guinea, también conocido como Dracunulus medinensis.
El parásito se menciona incluso en la Biblia y fue descubierto por exploradores europeos en el siglo XVII. En este sentido, se trata de un peligroso riesgo sanitario que demuestra su capacidad para sobrevivir y seguir infectando a humanos.
El gusano infecta a las personas a través del agua potable contaminada por pequeños crustáceos de agua dulce que han comido larvas de gusanos.
Cuando mueren los primeros huéspedes, los gusanos se liberan y penetran en el abdomen desde la pared intestinal, donde crecen. Cuando son adultos, se aparean.
El gusano madre, que puede medir hasta 80 cm, migra hasta justo debajo de la superficie de la piel, a lo largo de las piernas y los pies, normalmente.
Luego, de una manera muy dolorosa, atraviesa la piel generando una insoportable sensación de ardor.
El infectado suele acudir a refrescarse al agua, donde el gusano madre arroja sus larvas y así comienza el ciclo de nuevo.
El individuo infectado, eso sí, puede pasar semanas de dolor pasado este momento.
Durante años, se trabajó para erradicar a este parásito, se estaban obteniendo resultados positivos y se estimaba el año 2030 para su total erradicación, lo que hace de por sí este caso más preocupante.