El otoño se hace notar en la península ibérica este viernes 15 de noviembre de 2024, con un panorama meteorológico que promete mantenernos en vilo durante todo el fin de semana.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado avisos amarillos y naranjas en varias regiones, anticipando un escenario de lluvias generalizadas y temperaturas variables.
En Madrid, la capital se despertará con un cielo encapotado y temperaturas que oscilarán entre los 12°C y los 16°C.
Los madrileños harán bien en no olvidar el paraguas, ya que la probabilidad de precipitaciones aumentará significativamente a lo largo del día, llegando al 95% por la tarde.
El sur de la península será el protagonista de este episodio de inestabilidad.
Andalucía se encuentra en el punto de mira de la AEMET, con avisos naranjas activados en Huelva y amarillos en Almería, Granada, Málaga y Cádiz.
Se esperan lluvias intensas y tormentas que podrían dejar acumulados de hasta 80 mm en 12 horas en algunas zonas de la costa onubense.
Extremadura no se queda atrás en este baile de nubes y agua.
Cáceres también está bajo aviso amarillo, preparándose para recibir precipitaciones que podrían ser localmente fuertes.
Los extremeños deberán armarse de paciencia y impermeables para hacer frente a un fin de semana que promete ser más húmedo que una esponja en el fondo del mar.
En el norte, la situación es algo más benévola.Galicia y la cornisa cantábrica experimentarán cielos nubosos con algunas precipitaciones débiles, pero nada comparable con el diluvio que se avecina en el sur.Las temperaturas en estas regiones se mantendrán suaves, con máximas que rondarán los 18°C en ciudades como La Coruña o Santander.
El Mediterráneo, por su parte, vivirá una jornada de contrastes.Mientras Cataluña y la Comunidad Valenciana disfrutarán de cielos despejados y temperaturas agradables, las Islas Baleares podrían experimentar algunos chubascos aislados, especialmente en Menorca.
En cuanto a las Islas Canarias, el archipiélago no se librará de la inestabilidad.
Se esperan lluvias y tormentas en las islas occidentales, con avisos amarillos activados que podrían extenderse hasta el domingo.
Pero no todo son malas noticias en este panorama meteorológico.Las temperaturas, en general, se mantendrán suaves para la época del año.
Barcelona rozará los 20°C, mientras que Sevilla, a pesar de las lluvias, alcanzará los 22°C.
Incluso Zaragoza, conocida por sus extremos térmicos, disfrutará de una agradable máxima de 18°C.Para aquellos que tengan planes al aire libre este fin de semana, el consejo es claro: flexibilidad y un buen impermeable serán sus mejores aliados.
Y si pensaban lavar el coche, quizás sea mejor esperar a que la naturaleza haga el trabajo por ustedes.
Los meteorólogos nos recuerdan que esta situación de inestabilidad es típica del otoño mediterráneo.
La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que nos ha estado afectando se aleja hacia el suroeste, pero deja paso a borrascas atlánticas que mantendrán el tiempo revuelto.
De cara al domingo, se espera una ligera mejoría en gran parte del país, aunque las precipitaciones persistirán en el suroeste peninsular y en Canarias.
Las temperaturas iniciarán un ascenso generalizado, especialmente notable en el este peninsular y Baleares.
En resumen, este fin de semana en España será como una montaña rusa meteorológica: con altibajos de temperaturas, rachas de viento caprichosas y lluvias que aparecerán y desaparecerán como por arte de magia.
Así que ya saben, si tienen planes al aire libre, lleven plan A, B y hasta Z, porque el tiempo promete ser más impredecible que el final de una telenovela.
Y recuerden, como dice el refrán:
«En noviembre, quien no ha sembrado que no siembre».
Aunque viendo el pronóstico, quizás deberíamos actualizarlo a:
«En noviembre, quien no tenga paraguas que lo estrene».