El de Podemos confunde Vaslencia con Madrid

Errejón pega un patinazo histórico al ilustrar el levantamiento del 2 de Mayo

La imagen que usó fue la de «El crit del palleter», un cuadro de Joaquín Sorolla que conmemora el alzamiento valenciano contra la invasión francesa

Errejón pega un patinazo histórico al ilustrar el levantamiento del 2 de Mayo
Iñigo Errejon (PODEMOS). PD

Pablo Iglesias ya confundió antes Flandes con Granada

Los discursos y mensajes de Podemos y los representantes de la nueva política se revisan con lupa porque ellos mismos, profesores universitarios en su mayoría, han denunciado constantemente que la vieja política está formada por un puñado de personajes mal preparados y discursos desprovistos de referencias culturales.

De modo que han colocado el listón a una altura que a veces les resulta difícil superarlo incluso a ellos. Le pasó a Pablo Iglesias con su errónea vinculación de la Cruz de Borgoña al PNV o su imprecisa valoración sobre la higiene de Isabel la Católica… y le ha ocurrido ahora a Iñigo Errejón con un patinazo a la hora de ilustrar un tuit del levantamiento del 2 de mayo.

El diputado de Podemos escribió ayer en Twitter un texto para celebrar el inicio de la Guerra de Independencia española:

«Hoy en Madrid recordamos el levantamiento del #2deMayo. Símbolo de resistencia, pero sobre todo de construcción de voluntad popular».

Si bien el texto es correcto desde el punto de vista histórico (tal vez cabe preguntarse qué es eso de «la construcción de voluntad popular»), la imagen que usó para ilustrar su mensaje fue la de «El crit del palleter», un cuadro de Joaquín Sorolla que conmemora el alzamiento valenciano contra la invasión francesa y nada tiene que ver con los sucesos de Madrid.

El protagonista de este cuadro es Vicente Doménech, conocido por el sobrenombre de «El Palleter», un personaje destacado en la Guerra de la Independencia Española y que, según la tradición, fue el primero en alzar su grito de revuelta contra los franceses en Valencia.

Así, cuando llegaron las noticias de lo que había ocurrido en Madrid -donde el pueblo había sido brutalmente castigado por levantarse contra las tropas francesas- los valencianos decidieron seguir el mismo camino contra Napoleón.

En la placeta de les Panses, junto a la iglesia de la Compañía, se reunió la gente para leer juntos la gaceta y poner en común su desconfianza hacia los franceses. El día 23, la multitud estalló en gritos a favor de Fernando VII al saberse que el Rey Carlos IV había abdicado en favor de Napoleón.

La muchedumbre comenzó a recorrer las calles gritando el nombre de Fernando VII y reclamando a las autoridades que declararan la guerra al invasor. Y fue aquí donde entró en escena «El Palleter», que entre la multitud troceó una faja que llevaba ceñida para repartirla entre sus compañeros.

Enarbolando Vicente Domenech una bandera hecha con el trozo más grande de su faja, se dirigió hacia la Plaza del Mercado y, subido a una silla, proclamó:

«Un pobre palleter le declara la guerra a Napoleón: viva Fernando VII y mueran los traidores».

Una estampa que condujo a las autoridades valencianas a declarar de facto la guerra a Napoleón el mismo 23 de mayo de 1808 y proclamando en bando Rey de España e Indias a Fernando VII.

Otros errores históricos de Podemos

A vueltas con los hábitos higiénicos de Isabel «la Católica» salió a colación este clásico tópico del imaginario español a raíz de un intercambio de comentarios en las redes sociales entre Pablo Iglesias y Esperanza Aguirre a principios de enero.

«Espero que Esperanza Aguirre no admire también los hábitos higiénicos de los Reyes Católicos», comentó Iglesias en referencia al apoyo de la política madrileña a la celebración de la toma de Granada en 1492.

Un apunte a la supuesta falta de higiene de la reina cristiana, en contraposición con los buenos y mitificados hábitos musulmanes que no se corresponde con la realidad.

Se ha dicho de forma irrespetuosa que la reina castellana Isabel «la Católica» era poco aseada y no se cambiaba de ropa nunca.

Una leyenda que deriva de un juramento que nunca realizó: no se lavaría ni cambiaría de camisa hasta que Granada fuese conquistada por los cristianos. En verdad quien aseguró -aunque de forma simbólica- que no se cambiaría de camisa hasta pacificar Flandes fue su tataranieta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II y gobernadora de los Países Bajos.

Esta afirmación fue realizada en el contexto de la Guerra de Flandes, durante el sitio de Ostende (Bélgica) que duró más de tres años, de 1601 a 1604.

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