Este bosque oculta una singular historia genética impresionante: en lugar de ser un conjunto de árboles independientes, Pando es en realidad un solo organismo, el «ser vivo más grande y pesado del mundo» según muchos científicos. ¿La razón? Cada uno de sus 47,000 árboles está interconectado a través de un sistema de raíces compartido, lo que los convierte en clones idénticos genéticamente.
Este fenómeno ha fascinado a la comunidad científica por décadas. En 2018, el geógrafo Paul Rogers describió el misterio a BBC Mundo diciendo: «Todos estos árboles son en realidad un solo árbol». Desde entonces, la pregunta central ha sido determinar la edad exacta de Pando, un dato esencial para comprender su origen y evolución. Aunque desde hace tiempo se sospechaba que era uno de los organismos vivos más antiguos del planeta, no se había logrado calcular su antigüedad con precisión… hasta ahora.
Un viaje en el tiempo: develando la edad de Pando
El último avance en la datación de Pando proviene de un equipo de biólogos liderado por Rozenn Pineau, del Instituto de Tecnología de Georgia. Para llevar a cabo su análisis, Pineau y su equipo recolectaron y analizaron más de 500 muestras del árbol, incluyendo tejidos de hojas, corteza y raíces, en busca de un tipo específico de mutación en el ADN llamada mutación somática, que se produce después de la formación del organismo.
Pineau explicó a New Scientist que, al nacer de una semilla, todas las células de Pando tenían ADN esencialmente idéntico. Sin embargo, a medida que el organismo fue creciendo y se producían nuevas células, algunas mutaciones aparecían en su información genética. Estas mutaciones han permitido a los investigadores reconstruir la historia evolutiva de Pando y estimar su edad.
Tres hipótesis, una conclusión asombrosa
Los resultados obtenidos muestran que la antigüedad de Pando es al menos de 16,000 años, aunque podría llegar hasta los 81,000 años, según distintas hipótesis. La primera estimación sugiere una antigüedad de 34,000 años si todas las mutaciones identificadas son exactas. La segunda, menos conservadora, estima 81,000 años considerando posibles mutaciones no detectadas. Finalmente, en un escenario más prudente, si sólo el 6% de las mutaciones observadas fueran «positivas verdaderas», Pando tendría una antigüedad mínima de 16,000 años. Aunque estas cifras varían, todas apuntan a la impresionante longevidad de este organismo.
Will Ratcliff, otro biólogo del equipo, contextualizó la asombrosa edad del bosque en su cuenta de X (Twitter): «Incluso en la estimación más conservadora, Pando estaba vivo cuando los humanos cazaban mamuts; en la más antigua, germinó antes de que nuestra especie abandonara África».
Una reliquia de la última era glacial
Sea cual sea la edad exacta, Pando representa un fenómeno extraordinario. Este bosque clónico ha resistido miles de años de cambios climáticos, manteniéndose desde la última edad de hielo hasta el presente. Su sistema de raíces no sólo ha permitido su longevidad, sino que ha dado lugar al ser vivo más pesado del planeta, con un peso estimado de 13 millones de toneladas, según los científicos. Aunque no es el único bosque clónico en el mundo, su extensión y su edad lo convierten en un verdadero tesoro de la biología y la ecología.
Rozenn Pineau y su equipo han destacado que Pando es una de las maravillas vivientes más antiguas de la Tierra.