La Vía Láctea devora una galaxia cercana

Canibalismo Galáctico

La corriente de estrellas procede de la Enana de Sagitario

Una galaxia está colisionando con la tierra. Tranquilícese, no corra, no hay a donde ir pero, por otro lado…tampoco hay peligro. Bienvenido al día a día cósmico.

Desde hace un tiempo nuestra galaxia, la Vía Láctea, está colisionando con la Enana de Sagitario, la galaxia más cercana a nosotros, que aunque esté clasificada como «enana» tiene unas dimensiones de unos 1500 años-luz (Pasar el ratón para ver su equivalencia en Km) de punta a punta.

Al parecer, y según científicos del IAC (Instituto de Astrofísica de Canarias), las fuerzas de marea, un efecto secundario de la gravedad que tiende a deformar los cuerpos, son las culpables de este fortuito evento. Más que una colisión, se puede hablar de una destrucción de la Enana de Sagitario por un proceso lento y continuo, con un desarrollo parecido a la succión de una nube gaseosa -en un sistema tan grande, las estrellas se pueden considerar partículas de un gas-, con su correspondiente deformación y aniquilación.

Los modelos teóricos de la corriente de marea de Sagitario predicen que su cola Norte lleva a cabo un bucle cerrado y se precipita casi verticalmente sobre el disco de la Vía Láctea. Por lo tanto, un verdadero río de estrellas se acerca y se zambullirá de forma perpendicular en las proximidades del sol.

Este tipo de fenómenos tienen que ver con el llamado «Galaxy Merger» o bien, fusión de galaxias, algo común desde el Big Bang. Proceso a partir del cual dos galaxias vecinas se unen para formar otra más grande y compleja. Las galaxias enanas fueron las primeras que se formaron en el universo, posteriormente éstas se fueron aglutinando para formar galaxias mayores o simplemente fueron digeridas por otras galaxias más masivas, como la nuestra.

El hecho de que estemos viviendo esta colisión en nuestras propias carnes permite un estudio directo del proceso de destrucción de una galaxia enana (Sagitario), devorada por una gran galaxia (la Vía Láctea).

A partir de ahora, cuando observen el cielo, recuerden que aunque la mayoría de las estrellas que vemos son de nuestra propia galaxia, algunas serán «extranjeras», procedentes de otro sistema estelar y que traerán, seguro, sorpresas.

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