Datos obtenidos por la misión OSIRIS-REx de la NASA han revelado variaciones drásticas de temperatura a cortas distancias en la superficie del asteroide Bennu.
La nave espacial realizó un mapa de temperaturas en el asteroide con los datos de emisión térmica recopilados por los espectrómetros OTES y OVIRS durante su aproximación al asteroide en noviembre de 2018.
El amplio rango de temperaturas en la superficie (que oscila entre -73.15 ° C a 76.85 ° C) en una distancia de 250 metros se explica por la falta de atmósfera en Bennu.
En la Tierra, la atmósfera del planeta trabaja para distribuir el calor en todo el mundo, pero, para un cuerpo planetario sin atmósfera, la temperatura de una región dada se ve mucho más afectada por la cantidad de luz solar directa que recibe.
