Confiesa que aún esperará un tiempo antes de solicitar del Papa el nombramiento de un obispo auxiliar que sustituya a Raúl Berzosa
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, prevé tener aprobado en 2012 el Plan Pastoral, la ‘hoja de ruta’ de la iglesia asturiana para los próximos cinco o diez años que se elaborará a partir de las propuestas realizadas por los 219 participantes en el Sínodo de la diócesis ovetense.
Sanz ha clausurado hoy el Sínodo durante una celebración litúrgica en la Catedral a la que han asistido el arzobispo emérito de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, y los obispos de Astorga, Camilo Lorenzo; León, Julián López y Santander, Vicente Jiménez junto a los 130 sacerdotes y sinodales que participaron en esta asamblea
Durante la misa, conmemorativa de la festividad de Santa Eulalia de Mérida, patrona de la diócesis, el prelado ha recibido las propuestas realizadas por los fieles durante el Sínodo, una iniciativa que no se celebraba en Asturias desde 1923 y que arrancó en 2007 con la colaboración de más de 4.000 católicos que realizaron unas 18.000 aportaciones.
El arzobispo se ha mostrado satisfecho del desarrollo de las reuniones y del esfuerzo realizado por los fieles desde la pluralidad de sus criterios sobre el futuro de la iglesia en Asturias y su manera de afrontar los retos de la sociedad actual.
Sanz ha indicado que optó por mantener la convocatoria del sínodo realizada por su antecesor en el cargo, Carlos Osoro, ante la necesidad de «reflexionar» sobre cual debe ser la situación de los cristianos ante una realidad «muy distinta» a la de hace cincuenta o cien años.
Así, ha recordado que las principales conclusiones del anterior sínodo hacían referencia a como debían organizarse los cementerios católicos mientras que ahora los asuntos a debatir se han repartido en tres ponencias relativas a las «luces y sombras» de la cultura emergente del siglo XXI, a la situación de la familia y la defensa de la vida y a los rostros de la pobreza en la actual coyuntura.
El prelado convocará ahora a un grupo de trabajo con puntos de vista plurales para elaborar el documento definitivo que, no obstante, deberá adaptarse tanto al Plan Pastoral en el que trabaja la Conferencia Episcopal Española como al Dicasterio creado recientemente por el papa Benedicto XVI que busca, ha subrayado, «proponer de un modo nuevo el Evangelio de siempre».
Además, en rueda de prensa, el arzobispo ha admitido que la iglesia cuenta ahora con una menor participación social, en especial de los jóvenes, lo que le obliga a ser «más humilde» aunque también ha advertido de que ese descenso de la cantidad ha ido acompañado de un incremento de la calidad de los fieles, «menos pero más convencidos».
En cuanto a las generaciones de menor edad, el prelado ha apuntado que su menor implicación con la iglesia no tiene un reflejo en otras actividades ya que los jóvenes, ha subrayado, también participan menos «en la política, la cultura o el deporte».
Sanz, que ha adelantado que aún esperará un tiempo antes de solicitar del Papa el nombramiento de un obispo auxiliar que sustituya a Raúl Berzosa, ha considerado que el ámbito social, cultural y político actual «tan distinto del de hace 50, 100 o 700 años» reclama a los cristianos volver a los fundamentos de su fe «para evitar precisamente los fundamentalismos».
El arzobispo ha incidido también en otra de las cuestiones abordadas en el Sínodo, la defensa de la vida que, ha asegurado, la iglesia católica pretende «abrazar como don en todo su arco biográfico, desde que ha sido concebida hasta su desenlace final».
En el Sínodo hoy clausurado han participado 219 miembros -104 seglares, 97 sacerdotes, 14 religiosas y 7 religiosos- tras unos trabajos iniciados en 2007 a través de los 438 grupos constituidos en toda la diócesis de Oviedo. (RD/Efe)