Algún día, no muy lejano, los jerarcas tendrán que pedir perdón por ello. Y seguro que las monjas les perdonan
(José Manuel Vidal).- Las llaman rebeldes y hasta las tildan de herejes. Y los de siempre, los de la hoguera, exigen que las echen de la Iglesia. ¡Su pobre cantinela habitual! Son las monjas. Esta vez, las monjas de Estados Unidos, que celebran su convención anual. Se han reunido en San Luis unas 1.000 religiosas en representación de las 87.000 compañeras que hay en Estados Unidos. Son monjas de Dios, que piden una Iglesia más sana, comprometida, encarnada y samaritana.
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