Ayer fue un día muy difícil en Bangui. Estábamos en plena celebración del domingo de Ramos, cuando los rebeldes tomaron el Palacio Presidencial. Se oían metralletas y armas pesadas
(Manos Unidas/Salesianos).- Los rebeldes de la Seleka se han hecho con el control del Gobierno en la República Centroafricana . El presidente Bozizé tuvo que abandonar el país cuando Michel Djotodia, líder rebelde, y sus tropas se hicieron fuertes en Bangui, tras sembrar el caos en las calles de la ciudad, a apelando a «la miseria» en que está sumido el país para justificar sus acciones. Manos Unidas ha ofrecido su apoyo a monseñor Aguirre.
Hace tan solo una semana Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, nos informaba por carta de la angustiosa situación que vive el país. Su diócesis fue atacada y saqueda por miembros de Seleka, que tras destrozar todo lo que encontraron a su paso, continuaron su avance hacia la capital. Puedes leer la noticia aqui. El obispo cordobés, en su último correo, afirmaba lo siguiente: «Arrasaron y robaron los prósperos comercios libaneses. Saquearon a su vez las casas particulares de los miembros del partido del antiguo presidente de la República Centroafricana, François Bozizé. Hemos estado sin luz 48 horas. La noche del domingo a lunes ha sido de tiros y trallas por todos sitios«.
Manos Unidas ha escrito al religioso español para ofrecer su ayuda para «paliar los efectos de esta situación».
Querido amigo Juanjo:
Seguimos con ansiedad los acontecimientos que sacuden tu diócesis con la esperanza de que la situación mejore pronto. Tal como te indiqué en mi correo anterior, he informado a Manos Unidas de lo que está ocurriendo a través de las cartas que nos has enviado. Sonsoles Fernández Iriondo, la coordinadora de proyectos de África, me pide que te indique la intención de Manos Unidas de ayudar a paliar los efectos de esta invasión en las gentes de tu diócesis. Posiblemente haya personas que han sufrido pérdidas materiales, que han tenido que huir a zonas más seguras, en fin, que necesiten alguna ayuda de emergencia. A eso nos referimos. Suponemos que habrá que esperar a que la situación vuelva a estar bajo control para poder enviar algún dinero. Ya nos dirás.
Posteriormente, y con más tranquilidad, ya nos dirás cuál es la situación de los centros que hemos financiado y qué se puede hacer para rehabilitarlos.
Djotodia ha asegurado que no tomará represalias contra los partidarios de Bozizé, que huyó con su familia a Camerún, y que convocará elecciones libres en junio. Se da la paradoja de que el ahora depuesto Bozizé, llegó al poder, también, tras un golpe de estado, hace justo una década.
Monseñor Aguirre se preguntaba por la falta de reacción de Francia. Hoy hemos sabido que nuestro paìs vecino enviará refuerzos a la RCA para encargarse, sobre todo, de la protección a los ciudadanos franceses que residen an el país.
La Unión Africana y las Naciones Unidas han anunciado que no reconocerán a un gobierno llegado al poder por la fuerza.
«Ayer fue un día muy difícil en Bangui. Estábamos en plena celebración del domingo de Ramos, cuando los rebeldes tomaron el Palacio Presidencial. Se oían metralletas y armas pesadas», explica el misionero español, Agustín Cuevas, que trabaja en la misión salesiana de Galabadja en Bangui.
«Durante la noche no han parado de oírse tiroteos y esta mañana está todo más tranquilo, aunque se siguen escuchando disparos», explica Cuevas. «Nosotros en Galabadja estamos bien, sin embargo sabemos que la misión Don Bosco en Damala ha sido asaltada«, alerta el misionero. «No podemos salir de la misión y tampoco saber cómo se encuentran nuestros hermanos y los jóvenes en Damala», dice alarmado.
En Bangui, se están produciendo saqueos y hay un gran caos tras la huida del presidente Bozizé y el golpe de Estado del Seléka. La Cruz Roja alerta de un gran número de heridos y de que los centros hospitalarios están desbordados. Además, la situación se ha ido haciendo más difícil y «hay desabastecimiento de alimentos, y lo poco que se encuentra en los mercados es a un precio muy alto», explica el misionero. Una tendencia que se viene dando desde los últimos meses. En Galabadja, los misioneros salesianos atienden a la población más vulnerable.
Cuentan con una guardería con más de cien niños y un colegio de primaria al que acuden cerca de 500 niños y niñas. Además, hay un dispensario que atiende a más de 140 personas cada semana. En Damala, los misioneros salesianos cuentan con un centro profesional al que acuden cientos de jóvenes para formarse y poder tener un mejor futuro.