Ha existido una antigua generación clerical antigua muy buena, vinculada a los tiempos del Vaticano II
(Xabier Pikaza).- De María J. Arana no voy a decir nada, pues es bien conocida en los ambientes de teología y de vida cristiana del Euskadi y España. Ha sido teóloga y profesora, ha sido «párroco» en un pueblo de Arratia, es escritora, Religiosa del Sagrado Corazón.
Es una mujer bondadosa y moderada, muy cristiana. Quien quiera podrá ver en Google sus escritos, que aquí no voy a recordar. Pero he abierto esta mañana su facebook y he encontrado un trabajo que quiero transmitiros, pues me ha hecho recordar algunas cosas.
Recoge el argumento de una famosa novela de una india de Alaska, Velma Wallis, titulada Dos Hermanas (versión cast. Ediciones B, Barcelona 2009; cf. ). El tema es mucho más complejo y rico de lo que aquí puedo indicaros, y además M. J. Arana se ha encargado de aclararlo, desde su sabia perspectiva (como verá quien siga leyendo).
Pero hay una cosa que me impactó en el libro de V. Wallis, y que ha vuelto a impactarme al leer el trabajo de M. J. Arana. No, no está en lo que dice Wallis, ni en lo que dice Arana, pero puede aplicarse de algún modo y yo lo aplico a la «generación clerical perdida».
Para leer el artículo completo, pincha aquí: